Ríos desbordados y rutas cortadas en Malargüe por la lluvia

22 mayo 2008

Mendoza, Argentina, 23 de 2008

El cauce del Malargüe y el Grande amenazan con inundar viviendas. El distrito de Bardas Blancas quedó incomunicado.

Ríos desbordados, rutas cortadas, derrumbes de rocas y dos familias albergadas en Bardas Blancas es el saldo de las intensas lluvias que afectan al departamento de Malargüe tanto en el llano como en la alta montaña.

El gran caudal de agua que baja de las montañas incrementó los cauces de los ríos Malargüe y Grande -ubicados al sur de la ciudad cabecera- y los pobladores de algunas zonas se encontraron de repente en estado de alerta por el riesgo de inundación.

Desde el martes y hasta ayer, en el departamento sureño precipitaron 100 milímetros (el promedio anual es de 250 milímetros). Y aunque el pronóstico asegura que desde hoy comienza a mejorar el clima, hasta anoche continuaba la lluvia y algunas neviscas intermitentes en el Valle de Las Leñas, que a pocos días de iniciar la temporada aún se encuentra casi sin nieve (Ver aparte).

El río Malargüe que en verano, época de mayor caudal, suele tener un cauce de 5 metros cúbicos por segundo, ayer alcanzó un pico de 65 metros, causando inconvenientes a quienes viven en las zonas aledañas. Al este de la ciudad de Malargüe, cerca del puente, el agua ya está afectando a la familia de Carlos Aguado que viven en la estancia Las Chacras. Aguado, productor de papa semilla, comentó a Los Andes que están "muy intranquilos porque el río crece y crece, y sin una obra hidráulica urgente se van a inundar las casas".

Por otra parte, el río Grande creció en forma desmesurada en pocas horas. De llevar un caudal de 60 metros cúbicos por segundo pasó a 500 metros cúbicos por segundo poniendo en peligro a su paso a cuatro familias. Un integrante de una de ellas, de apellido Carrasco manifestó que el río "comió cinco metros del terraplén y el agua está a escasos cinco metros de la casa".

Por esta misma razón, la ruta 40 Sur, a la altura de Chihuido Grande, permaneció cerrada por la gran cantidad de agua que atravesaba la arteria en un badén. Pero no fue el único tramo de esta ruta que sufrió cortes. En El Chihuido, el desprendimiento de una gran roca del tamaño de un automóvil provocó la interrupción del tránsito. De igual modo, al Sur en la zona de El Zampal -unos 30 kilómetros antes de Ranquil Norte- también se cortó el paso de vehículos, como también se presentaron problemas entre Bardas Blancas y El Pehuenche, en el tramo asfaltado de Portezuelo del Viento, donde el agua provocó grandes socavones y se cortó el paso hacia Las Loicas.

Mientras tanto, en Bardas Blancas, dos familias -una de ellas compuesta por turistas- debieron ser albergados en el centro comunitario ya que por los cortes de las rutas no podían continuar su camino. Así lo confirmó Omar Rojas, delegado de Bardas Blancas, quien agregó que el distrito está aislado ya que "no se puede transitar hacia ningún lado".

Desde Vialidad Nacional, Horacio Ferrada manifestó que si bien cuentan con maquinarias y personal para trabajar en los diversos inconvenientes de las rutas deberán esperar que cesen las lluvias para iniciar las tareas.

Cristian Alcalá, secretario de Obras y Servicios Públicos de la comuna, dijo que "la situación del río Malargüe no es para alarmarse pero sí es crítica". El funcionario, ante la emergencia que se presentaba ayer en distintos puntos del departamento, afirmó que el municipio "tiene personal trabajando en diferentes áreas", pero que no cuentan con las máquinas necesarias para estos casos.

Aún así, el mismo intendente de Malargüe, Juan Antonio Agulles contó a Los Andes, que se comunicó con el ministro de Infraestructura de la provincia y que mañana (por hoy) una máquina de Hidráulica que se encuentra realizando tareas en El Sosneado será enviada a colaborar en la solución de los desbordes de los ríos y sus consecuencias.

Cabe recordar que el departamento de Malargüe posee 5 ríos: el Atuel, al límite con San Rafael; el Grande que es el más extenso y caudaloso de la provincia; Barrancas, que está en el límite con Neuquén; el Malargüe que abastece de agua a la ciudad y a la laguna de Llancanelo, y el Salado que atraviesa el Valle de Las Leñas.