Se agudiza la crisis en Myanmar
08 mayo 2008Fuente: Noticieros Televisa
CIUDAD DE MÉXICO, México, mayo 6, 2008.- El número de víctimas causadas por el ciclón Nargis en Myanmar, antes Birmania, en el sureste asiático, se elevó a 22 mil 500 personas.
El último informe del gobierno indica que 41 mil personas están reportadas como desaparecidas.
El ciclón Nargis, categoría tres, azotó por 35 horas al sur de Myanmar. El fenómeno llegó acompañado de olas de más de tres metros que mantienen bajo el agua a amplias zonas rurales.
Las tareas de rescate en el delta del río Irrawaddy, la zona más afectada por el ciclón se dificultan por la destrucción de caminos y medios de comunicación.
Más de 10 mil personas murieron en las aldeas ubicadas en los alrededores del río. Las lluvias y los vientos, de hasta 240 kilómetros por hora, destruyeron el 95 por ciento de las casas.
La tragedia para quienes sobrevivieron a Nargia se agudiza por la falta de ayuda humanitaria.
Los damnificados no tienen alimentos, agua potable ni medicinas. Tampoco hay energía eléctrica.
Además deben convivir con los cadáveres que se encuentran por todos lados.
La Junta Militar que gobierna Myanmar declaró zona de desastre en cinco estados, pero se ha demorado en organizar refugios y entregar ayuda.
Más de dos millones de personas se quedaron sin techo.
Ante la magnitud de la tragedia, el régimen militar, que no advirtió a la población de la cercanía del ciclón, ha solicitado ayuda internacional.
A pesar de las dudas sobre el reparto de la ayuda a los damnificados, la comunidad internacional ha respondido de inmediato.
“Estamos preparados para movilizar buques de la marina para ayudar a buscar a los que han perdido la vida y a los desaparecidos y para ayudar a estabilizar la situación, pero necesitamos que la Junta Militar permita la entrada al país de nuestros equipos de rescate y evaluación de daños”, dijo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
“Parece que Birmania ha aceptado la ayuda internacional, pero siempre y cuando ellos la distribuyan. No confiamos en la manera en que la distribuyan, la comunidad internacional no confía en ellos”, comentó Bernard Kouchner, ministro de Relaciones Exteriores de Francia.