Ciudad de México  (30 marzo 2011).- Los recursos públicos para que el Gobierno capitalino (GDF) instalara medidores fueron destinados a otros programas y por eso ahora se registran conflictos entre ciudadanos y el Sistema de Aguas, que les condiciona la aplicación del descuento al contratar el aparato, afirmó el director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege.

“Varias administraciones desviaron los recursos que iban destinados a fines hidráulicos, por eso no están instalados los medidores que ahora el Gobierno de la ciudad condiciona a los usuarios; no se han hecho correctamente las cosas”, expuso Luege.

La política seguida por el Sistema de Aguas para generalizar el servicio medido ha sido inadecuada, pues primero clasifica a consumidores en estratos altos, cuando muchos de ellos no tienen ingresos suficientes y luego les condiciona el otorgamiento de un descuento de 70 por ciento a una tarifa excesiva, sólo si contratan el medidor.

“Eso es injusto”, acusó Luege tras explicar en conferencia que en Iztapalapa la obligación de abastecer agua es del Sistema de Aguas, no de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), como señala la Jefa delegacional, Clara Brugada.

“Aun cuando no se concede mérito al Gobierno federal cuando inauguran potabilizadoras en Iztapalapa, la mitad de los recursos para construirlas provienen de fondos federales, a través del programa Apazu”, indicó el director del organismo Aguas del Valle de México, Miguel Ángel Vázquez Saavedra.

En tanto, Luege aseguró entregar al Gobierno del Distrito Federal agua suficiente proveniente de pozos y de los Sistemas Lerma y Cutzamala para el abasto de todos los capitalinos.

Luege precisó que con los 33 metros cúbicos por segundo (m3/s) que suministra la Conagua al GDF, el SACM puede dotar de 320 litros, en promedio al día, a cada habitante de la Capital.

“Esto es más del doble de los 150 litros que establece la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como volumen adecuado para la satisfacción de las necesidades humanas”, dijo.