Texcoco. Especialistas alertan del “alto grado de sobreexplotación” al que es sometido el acuífero de Texcoco que lo coloca en una situación mucho más vulnerable del resto de los valles de México y Toluca, debido a que en los últimos años ha soportado una presión sociodemográfica de más de un millón 399 mil 794 habitantes residentes de once municipios; una presión industrial de 3 mil 919 fábricas y 3 parques industriales y una presión agrícola de 14 mil 830 hectáreas con riego.

En un diagnóstico denominado Plan de Manejo Ecosistémico de la Cuenca de México y Valle de Toluca, elaborado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a instancias de la Secretaria de Medio Ambiente del Estado de México, se advierte que el acuífero es sometido a un extracción de ocho veces más de sus capacidad de recarga.

También se advierte de la posibilidad de que el acuífero esta sometido a extracciones clandestinas debido a que los volúmenes extraídos superan el caudal concesionado de 92.5 hectómetros hasta en cinco veces más, que significa una extracción total de 465.4 hectómetros cúbicos al año, generando una mayor desequilibrio entre su inyección y extracción de agua.

Enrique Collado López, Director General de Proyectos Especiales de la Secretaría de Medio Ambiente, advirtió de la posibilidad de la existencia de tomas de extracciones clandestinas en el acuífero de Texcoco, por cualquiera de los sectores, debido a que el volumen extraído no empata con el concesionado.

“Lo que significa que el volumen extraído en forma clandestina, representa cinco veces el volumen concesionado”, afirmó el funcionario ambientalista, tras considerar que es necesario revertir estas acciones para evitar una crisis en esta región por la insuficiencia de agua con capacidad para potabilizar.

De acuerdo con cifras oficiales, el acuífero de Texcoco está sometido a una sobreexplotación, debido a una extracción del liquido adicional de 8.58 veces su capacidad natural de recarga, calculada en 48.6 hectómetros cúbicos al año. El alto grado de sobreexplotación coloca a este acuífero en una situación mucho más vulnerable que el resto de los acuíferos de los valles de México y Toluca.

Del caudal total extraído (465.4 hm3/año), 35 por ciento es aprovechado para uso público-urbano local; un 6 por ciento, es usado por la industria y 59 por ciento por la agricultura, se lee en el diagnóstico.