Sin agua

20 enero 2011

20 de enero de 2011

Fuente: Vanguardia

Por Jesús R. Cedillo

La siguiente frase que escribo y cito de memoria, la leí en un periódico regiomontano allá por las lunas de los años noventa, precisamente cuando este columnista vivía y trabajaba en la sultana del norte. Igual, si me memoria no me falla, la frase célebre debe de ser del ex Presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León: “En el futuro, las guerras serán por agua.”

El futuro, para desgracia de todos, nos alcanzó y es hoy. Dos textos aparecidos en VANGUARDIA dan fe de lo anterior: “Se seca la región sureste”, fue la nota de mi compañero de armas, don Arturo Estrada. En la muy leída sección “OMNIA”, un artículo de “Newsweek” nos alerta el mundo turbulento que se avecina, el cual ya está aquí: “Agua pinta la próxima crisis.”

Los ajusticiamientos y matanzas demoniacas en México no nos dan tregua, el narcotráfico todo lo pudre y todo lo despeña; la educación cada vez está peor, la pobreza es una bestia apocalíptica de la cual nadie escapa; pero mientras lo anterior es desgraciadamente nuestro pan cotidiano, dejamos de lado muchos aspectos que ahora se muestran como animal herido y carnicero. En este especial caso, el delicado tema del agua.

Según información oficial de la Comisión Nacional del Agua (oficio CI-CONAGUA.0216/16) se seca la región sureste de Coahuila, así de sencillo. Es decir, lejos de haber algún excedente que permita la perforación de nuevos pozos que permitan el abastecimiento del vital líquido a la sedienta región, hay un déficit o sobreexplotación en los que ya hay. Para darse una idea de lo anterior, baste saber que el acuífero correspondiente a Saltillo-Ramos Arizpe tiene una recarga anual de 29.5 hectómetros cúbicos, pero su extracción anual es de 37.3, mostrando entonces un déficit de -7.8 hectómetros de agua disponible.

En un futuro que es hoy, ya no habrá agua en esta región y sin agua, todos lo sabemos, el mundo se para y no funciona. Se cumplirá entonces aquella vieja crónica de Gabriel García Márquez del siglo pasado, quien al reseñar y dar cuenta de las penurias de los habitantes de un pueblo de Colombia al no tener agua, uno de ellos se las ingenia para rasurase diario, como siempre lo ha hecho en su vida: usa jugo de arándanos frescos para afeitarse. Así pudo sobrevivir a la crisis de agua al romperse un dique que abastecía a un pueblo colombiano.

Menos literaria y poética nuestra realidad, en Saltillo y su región en pocos años y si sigue la extracción de agua sin control, seremos un pueblo fantasma y el desierto nos engullirá una vez más. Lo que fue riqueza será pobreza.

Esquina-bajan

Según un documento, el Anuario del Agua en México, para ser más exactos, dice a la letra que hay cinco grandes acuíferos sobreexplotados en esta región: la región lagunera, la ya nombrada Saltillo-Ramos Arizpe, Zapalinamé, Monclova y Cuatrociénegas-Ocampo. Es decir y en pocas palabras estimado lector, todo el Estado de Coahuila. Así de sencillo, así de complicado.

Si se acaba el agua, si se da el corte del suministro por parte de la española Aguas de Barcelona, ¿cuánto cree usted señor lector que pueda vivir con sus reservas? Bueno, si es que usted es de los afortunados que tiene reservas por si un desastre nos asiste. ¿Sobrevivirá un día, cuatro días, acaso una semana? ¿Cuánto gastamos y desperdiciamos en nuestros hogares?

El problema de todo esto es uno: políticamente solucionar este tipo de cuestiones peliagudas no da votos ni dividendos a los partidos y a los gobernantes. Solucionar el drenaje pluvial, el entubado del agua y estos menesteres, es obra subterránea que la ciudadanía no aplaude, como si lo es pintar una plaza o echar una banqueta en una colonia olvidada.