Sólo “parches” al drenaje: acusan vecinos de Tlanepantla
30 agosto 201130 de agosto de 2011
Fuente El Universal
Nota de Rebeca Jiménez
DAMNIFICADOS. A casi dos años de aquella inundación que sufrieron los habitantes de Valle Dorado, el domingo por la noche se volvió a inundar a causa de la intensa lluvia que cayó en el valle de México
(Foto: VALENTE ROSAS EL UNIVERSAL )
TLALNEPANTLA, Méx.— Impotencia, miedo, coraje, es lo que queda entre vecinos de Valle Dorado y Las Arboledas, donde un total de 180 casas, comercios y una guardería del IMSS resultaron inundados con aguas negras y lodo.
A dos años de que se tronó el Emisor Poniente, el seis de septiembre de 2009, la madrugada de ayer, cerca de 200 familias, 60 de ellas de Las Arboledas, del municipio de Atizapán, y como en 120 casas de Valle Dorado, en Tlalnepantla, pasaron la noche sacando cubetazas de agua y lodo que les volvió a dañar salas, comedores, alfombras, camas y decenas de vehículos arrastrados por el torrente, especialmente en avenida de Los Jinetes, que comunica a ambos municipios.
La acumulación de agua, por una lluvia intensa que empezó a caer desde las seis de la tarde del domingo, propició la saturación del drenaje de la zona, por lo que autoridades de Tlalnepantla tuvieron que solicitar a personal de la Comisión Nacional del Agua que abriera las compuertas del río San Javier, en la zona de San Andrés Atenco, afirmó Rogelio González Pérez , director general de gobierno del Estado de México.
El Emisor Poniente no fue la causa de esta inundación, reitero el funcionario mexiquense.
En la zona, más de 700 bomberos, elementos de Protección Civil, policías municipales y de los organismos de agua de Tlalnepantla y Atizapán, trabajaron en la limpieza de calles, cocheras y casas.
Volvimos a perder
Esta vez los daños suman más de 200 mil pesos, por pérdida de pisos de parquet, salas, comedores, puertas y autos que quedaron bajo el agua, señaló entre otros Fernando Garza, quien vive en el número 341 de Paseo de Las Aves.
“Ya estamos cansados de promesas, Conagua, el alcalde y el gobernador dijeron que no nos volveríamos a inundar”, señaló Carmen Santos Nieto.
En tanto, juguetes, mesitas, sillas, colchones de la guardería 36 del IMSS, quedaron llenos de lodo, por lo que 256 bebés y niños , fueron trasladados a otras estancias, informó la directora Magdalena Gonteir.