“Creemos, que realmente es una burla del destino, tener a unos centímetros el agua de la presa y el ríos Conchos y no poder consumirla,” dijo con tristeza en el rostro el presidente municipal de ese lugar, Francisco Hidalgo Aguilar.

La gran afluencia de agua en los ríos y la presa, refirió Hidalgo Aguilar, nos ha clausurado con azolve las bombas extractoras del líquido en el Conchos, que por consecuencia nos provoca la falta de agua en los hogares de la población en general.

Para solventar la demanda de agua en un radio de acción de 10 kilómetros a la redonda de las arriba mencionadas poblaciones, 4 camiones cisterna, distribuyen el líquido en los domicilios.

Los trabajos de la obra de desazolve del río Conchos iniciarán a partir del 30 de septiembre de los actuales, que es cuando bajo la autorización de la Comisión Nacional del Agua, serán cerradas las compuertas de la presa La Boquilla.

En el más reciente reporte del afluente más importante del estado, había rebasado 52 centímetros del Vertedor de Demasías, a diferencia de los 91 centímetros registrados en 1991 y 1.91 centímetros en 1917.