Suman 25 muertos en el Caribe por ‘Olga’
13 diciembre 2007La gran mayoría de las muertes ocurrieron en la provincia de Santiago, en el centro de República Dominicana, a unos 155 kilómetros al norte de la capital, cuando las autoridades ordenaron vaciar una represa hacia el río Yaque por temor a que se derrumbe, inundando siete poblados.
Santiago es la segunda ciudad más importante del país.
La tormenta también causó dos muertes en Haití y una en Puerto Rico.
El fenómeno causó, además, el desplazamiento de 34 mil 480 personas en República Dominicana, y 7 mil 594 casas fueron afectadas.
El jueves, las autoridades advirtieron de inundaciones a pobladores de la región noroeste y de la zona del Bajo Yuna, en la provincia Duarte, 135 kilómetros al norte, que fue castigada por la anterior tormenta Noel.
El Presidente Leonel Fernández calificó las consecuencias de Olga como "una tragedia" por la muerte de personas y por los daños millonarios a la agricultura, sobre todo en la producción de plátanos y guineos (bananos).
"Es una gran tragedia y todos tenemos que lamentar lo que está ocurriendo fruto de lo que se está diciendo de que el mundo está viviendo un fenómeno que le llaman calentamiento global y que ha trastornado el comportamiento climático a escala planetaria", manifestó Fernández.
Cuando el agua de la lluvia comenzó a rebasar el dique Tavera, en las afueras de Santiago, las autoridades ordenaron que se liberase las aguas para aliviar la situación. Miles de litros de agua por segundo fueron vertidos en el río, indicó Ismael Matías, jefe de planificación del centro de emergencias.
Las autoridades dijeron que alertaron repetidamente a los residentes de la zona que existía la posibilidad de que se liberase agua durante la tormenta y recomendaron la evacuación de los pueblos a lo largo del río.
Octavio Rodríguez, miembro de un comité que decidió abrir las compuertas, expresó que sabían el daño que podían causar.
Algunos residentes furiosos dijeron que las autoridades efectuaron advertencias pocos minutos antes de la llegada de olas de una altura de un edificio de dos pisos, que ahogaron a los pobladores que no estaban preparados.
"Nos alertaron, pero no había tiempo … todos estaban durmiendo", expresó Sonia Durán Maldonado, de 50 años. "Debieran pedirnos perdón por lo que ha sucedido".
Olga se convirtió en una depresión tropical, aunque la lluvia continuaba amenazando la zona y los meteorólogos pronosticaban una posible caída de hasta 25 centímetros de agua en algunas partes de la República Dominicana.
Las familias que viven a lo largo de las riberas del río Yuna estaban evacuando también el lugar, muchas en motocicletas, portando colchones en sus cabezas. Se observaban televisores y hornos pequeños en la calle y el ejército movilizaba soldados para ayudar en las tareas de rescate.
El temporal, inusual para el mes de diciembre, llegó a tener vientos de 80 kilómetros por hora y los meteorólogos dijeron que podría arrojar hasta 25 centímetros de agua en La Española, la isla que comparten Haití y la República Dominicana.
Olga surgió casi dos semanas después del cierre oficial de la temporada de huracanes sobre el Atlántico. Es apenas la décima tormenta con nombre ocurrida en el mes de diciembre desde que se iniciaron los registros en 1851, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, con sede en Miami.