Ciudad de México (13 de diciembre de 2007).- Es necesario el desarrollo e instrumentación efectiva de tarifas hidráulicas que reflejen el valor del recurso hídrico, principalmente porque el problema del agua en la Ciudad de México suele concentrarse sólo en el abasto, aseguró Roberto Constantino Toto, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Entrevistado luego de participar en el Seminario La cuenca de México a 400 años del Tajo de Nochistongo, organizado por la UAM, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el académico del Departamento de Producción Económica apuntó que las tarifas actuales de agua no consideran el ciclo que hay alrededor de la operación del sistema hidráulico, es decir, el proceso de extracción, bombeo, potabilización, distribución, tratamiento y disposición.

Constantino Toto expuso que establecer tarifas tiene la intención no sólo de moderar el uso del agua, sino también de fortalecer financieramente a los organismos operadores responsables de la política hidráulica y darles una mayor capacidad de gestión frente al problema de mantenimiento de la red primaria y secundaria y la creación de nueva infraestructura.

La idea, abundó, es no imponer un importe al consumo porque esto segregaría a diversos sectores de la población, sino implementar un conjunto de tarifas diferenciadas de acuerdo con la capacidad de pago que se ha detectado mediante el catastro público, de tal forma que la gente pague -principalmente los usuarios domésticos- el consumo realizado.

“Es posible construir un sistema de precios para el agua y que además incorpore la heterogeneidad social, pero con el objetivo de fortalecer al sector hidráulico. Se tiene que pensar como un instrumento que no sustituya la potestades del estado, sino que complemente su capacidad para fortalecer al sector hidráulico”, insistió.

La gente, agregó, deberá pagar con sus niveles de ingreso, así que quien dispone de mayores recursos sufrague una cuota considerablemente más alta que aquellos que tienen menor capacidad de pago.

Constantino Toto explicó que se trata de tarifas escalonadas, es decir, por volúmenes mayores los consumidores tendrían que pagar más costos y, tomando en consideración la distribución del ingreso, habría sectores que recibirían el agua prácticamente gratuita.

El investigador de la Unidad Xochimilco dijo que la propuesta consiste en que el Estado mexicano asuma que hay un derecho que debe garantizar, es decir, una cantidad que debe comprometerse a abastecer a la población, la cual equivaldría a un volumen bimestral de 40 metros cúbicos por toma de agua.

El especialista en incentivos macroeconómicos y medio ambiente aseguró que esto pondría a las instancias de gobierno en una mejor condición financiera, porque la población conocería el consumo al que tiene derecho y esto reduciría el patrón de consumo.

En el Seminario el doctor ‡scar Monroy Hermosillo, rector de la Unidad Iztapalapa, aseveró que principales soluciones del problema del agua en el Distrito Federal implican aumentar la recarga del acuífero, mediante la recuperación del agua de lluvia y la inyección de agua tratada.

Pero también significa reducir la extracción del vital líquido, disminuir la demanda industrial y doméstica con tarifas más adecuadas para incentivar el uso eficiente, así como reducir las fugas en la red de distribución, lo cual permitiría ahorrar 18.6 m cúbicos por segundo.

Fuente: Diario de México

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