Reconoció que hace trece días, cuando las autoridades tradicionales recibían aquí al director general de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), Alfonso Flores Ramírez, “la situación estaba muy tensa”.

 

La Tribu Yaqui, atenta a toda la litis relacionada con el agua, sabía que en esos precisos momentos la Comisión Estatal del Agua (CEA) y el Fondo de Operaciones y Obras del Sonora Si (FOOSSI) realizaban trabajos en el vaso de la presa “Abelardo L. Rodríguez”, pese a reciente clausura de dicho Ramal por falta de Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA).

 

“Fue una absoluta falta de respeto del gobierno de Sonora hacia el gobierno federal, con la intención intrínseca de enrarecer el ambiente de las pláticas que en ese momento sostenían los altos mandos de los Ocho Pueblos con el titular de DGIRA”, consideró el vocero oficial de la indómita etnia sonorense.

 

“Fue una manera muy tosca de picarle las ingles al gorila”, dijo Tomás Rojo, parafraseando al comentarista político Brozzo y, hubo respuesta pronta a ello, amén de que las dependencias federales involucradas analizan la aplicación de sanciones económicas a los infractores.

 

Pero también, esas acciones dan la pauta “del caminito a seguir”, dado que “el gran tubote adolece de la misma falta de MIA y es por lo tanto ilegal; procede entonces su cancelación definitiva”, advirtió el líder indígena.

 

Flores Ramírez comprometió regresar a la Comunila de Vícam el próximo 15 de junio, trayendo respuesta definitiva sobre la situación que guarda el acueducto “Independencia”; si prevalece el imperio de la Ley y se privilegia el estado de Derecho, “ese tubote tiene los días contados”, advirtió.

---

28 de mayo de 2014

Fuente: Dossier Político / Carlos Razcón Valenzuela