Urge rescatar los ríos urbanos, considera Manuel Perló Cohen

10 marzo 2010

10 de marzo de 2010

Fuente: El Sol de México

Por Miguel Reyes Razo

El experto Manuel Perló Cohen, durante la entrevista con Miguel Reyes Razo. Foto: El Sol de México

Ciudad de México.- “… Es que nuestros ríos ¡ay! Ya no llevan aguas limpias; claras” -se duele el Doctor en Urbanismo Manuel Perló Cohen-. “Tampoco aportan ya agua. Causan problemas. Hechos viaducto nadie los defiende. Ninguno protestó. Entubados se apreciaron signos de progreso. Comprimidos hicieron plusvalías; revalorizaron la propiedad… .

“Nadie protestó por ellos. Muy recientemente nos dimos cuenta de que convertir ríos y canales en avenidas trae -tiene- consecuencias. ¿Cuáles? Pues se evita que al agua fluya a lagos. A donde iba naturalmente… .

“Hoy se le conduce a drenajes profundos. ¡Insuficientes! Las aguas de febrero lo probaron.

“Entonces el Río de los Remedios y el Río de la Compañía crecieron. Iztapalapa hace de “Vaso Regulador”. Éste es una suerte de lecho de un lago que recibe agua de tormentas. El “Vaso Regulador” retiene esas aguas. Y las envía -paulatinamente- al drenaje. ¡Para que no truene! Con precipitaciones como las del 3, 4 de febrero no hay Sistema de Drenaje que resista.

“Ocurrió en esos días una Gran Tormenta. El drenaje la absorbe poco a poco. Con “Vasos Reguladores” y presas que reciben esa “Gran Agua” antes de ir a dar al drenaje.

“Es que en el Distrito Federal existen 36 presas. La Anzaldo, la Guadalupe. La mitad están azolvadas.

“Sé, escuché, leí, que se disponen a gastar mil 300 millones de pesos en desazolvar presas. También liberar de lastres al Canal del Desagüe, Canal de la Compañía y Vasos Reguladores.

“Yo recuerdo que en agosto del 2007 usted Reyes Razo me entrevistó. Aquí tengo los ejemplares de El Sol de México de esos días. Advertí: “Dénle mantenimiento al Sistema de Drenaje”. Y muchas otras voces de expertos nacionales y extranjeros y hasta de exfuncionarios también lo dijeron.

“Ya había ocurrido una inundación. Fue en mayo del 2000. Agua igual de fuerte. Ocurrió la misma historia. Se inundaron las mismas colonias. Inutilizada quedó la carretera México-Puebla.

“2007 trajo una inundación relativamente pequeña. “Fisuras” -se dijo- en el Canal de la Compañía. El gobernador anunció: “Vamos a resolver este problema”. Y comenzaron las obras. No las concluyeron.

“Corrió mucho tiempo. Ya se habla de hacer las obras necesarias. Vienen forcejeos por presupuestos. Las obras se retrasan. Se renuevan promesas. Aparecen otras prioridades que requieren dinero. La obra queda a medias. ¡Y se volvió a inundar!”

Manuel Perló Cohen -al par que la UNAM- trabaja en el “rescate” del Río Magdalena. “Hay que rescatar los ríos urbanos, Queremos que el Magdalena vuelva a llevar aguas limpias. Su rescate cuesta mucho dinero. Exige muchísimo tiempo. Un trabajo muy duro. ¡De plano! Pero hay que hacerlo.”

Describe Perló Cohen:

“En la inundación de febrero en Nezahualcóyotl se perdió mucho -y muy costoso- equipo en la Lumbrera Cero. Que le daban mantenimiento. Que estaban en etapa de construcción. Maquinaria y equipo de computación de la Constructora del Túnel del Emisor Oriente. El TEO. ¡Gran obra hidráulica!

“El presidente Calderón anunció la construcción de una formidable obra hidráulica. 4 plantas de tratamiento de aguas. Megaplantas. La primera quedará en El Salto, en el estado de Hidalgo. Creo que se halla en proceso de licitación. Quizá ya se asignó.”

-“¿Se retrasan las obras, Doctor Perló?”

-“Se pone atención en obras de gran infraestructura -respondió-. Como el TEO. Ahí va el dinero.

“Pero se descuidó el mantenimiento de redes de drenaje, de plantas de bombeo.

“Es oportuno recordar que la Ciudad de México no se inunda, pues las aguas negras se bombean al Drenaje Profundo. Pero hay ¡miles! de kilómetros de redes de drenaje -redes secundarias- que llevan esas aguas a colectores que las conducen al Canal del Desagüe.

“Pues basta con que se “tape” el drenaje de una zona para que venga la inundación. O que se descomponga una planta de bombeo ya no la envía al lugar donde fluya.

“Hay decenas de ‘corazones artificiales’ que llevan aguas negras al Gran Interceptor Poniente.

“Esos son los grandes sistemas de drenaje que sacan el agua fuera de la Cuenca del Valle. 4 Megatubos. Se desazolva el Drenaje Profundo. La Lumbrera 0 del Emisor Central del Sistema de Drenaje Profundo.

“El número 5 será el TEO. Tendrá 60 kilómetros de longitud. Estará a 200 metros de profundidad. Con numerosas pendientes. Atañe -involucra- a la Cuenca de México, Tlaxcala, Hidalgo, Estado de México, El Deefe, y algo -poquito- de Puebla.”

* NO ME CONFORMO CON QUEJUMBRES, URGE COMITÉ DE EMERGENCIAS

-“Volvamos a las aguas de febrero, Doctor Perló -solicitó el reportero-.

-“…A lo ya dicho -advirtió- debe añadirse que nos sorprendieron con un sistema que no está preparado para que el drenaje funciones… Con un Drenaje Profundo en reparación; sin uso… Se habla de que las aguas llegaron en meses de “secas”… Así son enero, febrero, marzo… Se habla de que la tormenta… De que la lluvia inusitada… .

“Importa tener todo bien calculado. Reparar y retirar equipos en 24 horas. Todo para salvar a la ciudad de inundaciones. Debe haber sistemas de emergencia ¡listos! Planes de contingencia para lo que sea.

“No existen esos planes -halló Perló-. A mí no me convence eso de que ‘fue una lluvia extraordinaria’. Uno debe estar preparado para todo. Observo un intercambio de quejas y disculpas. Lo que se necesita es diseñar -crear-.

“Urge un Comité de Emergencia y Planes de Contingencia integrado por ¡todas! las autoridades de la Cuenca de México.

“Un comité que en situaciones como las que produjeron las lluvias de febrero, se reúna de in-me-dia-to. Nada de aplazar acciones; decisiones. Ante un ‘Frente Frío’ ¡Aguas! Puede ser lluvia extraordinaria.

“Expertos en clima. Funcionarios duchos en evaluar. ¡Ea! Vamos a Fase de Precontingencia. Todo el Valle de México. Y en Contingencia Mayor; intenta lanzar llamado a la población ante lluvia muy intensa.

“Precontingencia -enumeraba Perló Cohen-. Justifica; “Alerta Amarilla”. Vamos a revisar qué funciona. Cumplamos con rigor el protocolo que la situación demanda. Por principio de cuentas libero el Drenaje Profundo. Saco maquinaria. Si se requiere lo tengo listo para abrirlo.

“Pruebo -pongo a funcionar- los sistemas de bombeo. Obvio, de inmediato en zonas de riesgo. Elimino la basura que está ahí. Movilizo 40 camiones. Llamo a los residentes en unidades habitacionales a que ayuden a su recolección. Llamo a la ciudadanía.

“Un Comité permanente capaz de evaluar útilmente la evolución de la emergencia. Lectura constante de pluviómetros. Lupa sobre estaciones. Información. Monitoreo. Ante la contingencia -y sus riesgos- ¡Luz Roja! Y otras medidas.

“Tales como -decía el animadísimo Perló Cohen- asegurar la participación de los bomberos de varias delegaciones. Reunir a los responsables de Protección Civil. Organizar la pronta y adecuada recolección de basura. Alertar a la ciudadanía. Advertirla de medidas extraordinarias. Que no circule por determinadas zonas. Que esté preparada a una eventual evacuación… .

“¡A la gente la sorprendió la inundación de febrero! Y esto me parece muy lamentable. 24 horas antes ya se veía venir. ¿Dónde estaba la autoridad? ¿En las quejumbres?

“¡No se podía hacer? Debió hacerse”. Prosiguió el economista-urbanista Perló Cohen. “Yo espero que hoy no todo sea económico. Que no sea cosa de obras únicamente.

“De manejo de emergencias hidráulicas en la Cuenca del Valle de México hablamos. También de la responsabilidad de dar alertas. Gobierno del Deefe. Del Estado de México. Gobierno federal-Conagua. Ahí está la responsabilidad de saber en qué fase se encuentra el fenómeno.

“Conocer el estado en que se desempeñan las plantas de bombeo. Y los sistemas de exclusas. Las compuertas. Que el responsable sepa -se sepa- cómo va a recibir la ciudad esa agua.”

-“¿Toca responsabilidad al Gobierno en lo que sucedió con las aguas de febrero, Doctor?”

-“Sí tiene responsabilidad el Gobierno en lo que sucedió -replicó vigoroso-. No todo debe atribuirse -como se hace- a asentamientos humanos en zonas de riesgo. Esa es una realidad aparte.

“La otra realidad es que el Valle de Chalco se hunde. Registra un desnivel de 2.50 metros… Es que la Ciudad de México -cuyos mantos acuíferos se hallan sobreexplotados- se hunde. Esto es bien sabido. Nos hundimos.

“Un ramal de pozos que abastece de agua a Chalco. Esa agua que se da a Chalco del subsuelo tiene mucho que ver con el hundimiento.

* FUE UNA INUNDACIÓN MAYOR QUE PUEDE VOLVER A OCURRIR: PERLÓ

“Habrá que frenar esos asentamientos emergentes. Y ¡Hacer lagos! Hoy estamos ante la oportunidad de darle espacio a lagos y ríos. Hay que ir más adelante. Reformar para hacer mejor las cosas.

“Esta es oportunidad de desazolvar otras zonas que se hagan lagos. Como Tláhuac-Chalco. Ahí podrían crearse ciénagas del Lago de Xico.

“Esos lagos estarían aptos para recibir caudales de agua de lluvia. Grandes depósitos de agua. Útiles en días de ‘secas’.

“Y por lo que a la población toca, hacer que no crezcan los asentamientos. Cosa que veo difícil. Esos necesitados son al par negocio y voto y botín político. ¡Lástima!

Manuel Perló Cohen fía en que las nuevas generaciones que habitan en Chalco y otras zonas afectadas contribuirán a mejorar hábitos que deriven en mejor existencia y mayor participación en la prevención y solución de desastres.

“También -añade- en que la Academia UNAM, IPN, UAM pondrán su saber a disposición de la población. “Ellos bien saben de Historia de Inundaciones”.

De sus apretados libreros sacó Manuel Perló Cohen un volumen acerca de la Cuenca del Valle de México. Enrique Santoyo Villa -“responsable del rescate de Catedral”- , Efraín Ovando Shelley, Elvira León y otros son sus autores. Lo recomendó. Luego deseó:

“¡Qué no se desperdicie esta experiencia! Reconozcamos la verdadera dimensión de las lluvias de febrero: Fue una real inundación. Quedará inscrita en la Historia de las inundaciones de la Ciudad de México como una ¡Inundación Mayor! Una Gran Inundación. Resultado de diferentes situaciones.

Pero a la postre nos dice que: “¡Puede volver a ocurrir!”

-“¿Tenemos un buen Drenaje Profundo?”

-“Extraordinaria obra de Ingeniería. Lo comenzó Díaz Ordaz. Lo concluyó el presidente Echeverría. Con el Regente Octavio Sentíes. Obra de 50 kilómetros de longitud. A profundidades de 200 metros.

“Sí -decía Perló Cohen como para sí mismo-: Se pueden hacer ‘megaobras’ y tener sistemas que salvan de ‘megainundación’. La Ciudad de México no se inundó… Como pudo haber ocurrido.

“Sí. Se evitó. ¡Pero no se solucionó el problema del drenaje en la gran metrópoli.”

Larga, rica plática la del Doctor en Urbanismo, Manuel Perló Cohen.

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