Torreón • La ambientalista, Gladis Aguirre, como directora del área protegida del Cañón de Fernández, denuncia que se está contemplando en el sitio una disminución drástica en los niveles de agua, como nunca antes visto.

“En los últimos 10 años nunca se había visto la parte del cañón tan seca como en el presente año.

Es una parte que tiene agua permanentemente y nunca se contempló esa agua con niveles tan bajos como los que tiene ahora”, comentó.

Siendo el único tramo en el que se mantiene el ecosistema original del río Nazas, con árboles de mil 300 años de antigüedad, flora y fauna de la región que originalmente recorría el río.

Manifestó que no tiene en claro si la afectación tiene que ver con la extracción que se genera en la parte baja, tras destacar que parte de la recarga permanente del acuífero principal que abastece a la región, se da mediante el cañón.

Por lo que destacó que se requieren realizar estudios para evitar una afectación mayor.

Y es que explicó que en una región situada en medio de un desierto, como La Laguna, los efectos del cambio climático, como el de la sequía, son más extremos e inmediatos.

“La percepción que tenemos del futuro de la región no es buena, y no solo porque los ambientalistas lo digamos, sino que es lo que define el foro internacional del cambio climático.

El futuro para nuestra región va a ser menos lluvias, cada vez más aisladas, pero cuando las tengamos van a ser muy intensas, y habrá más calor”.

Pese al complejo panorama que se tiene en puerta, señaló que el recurso hídrico se sigue manejando cada vez en forma más irracional, dado que la Comarca Lagunera se ha convertido en una zona con alta producción de forraje, cultivo que requiere de una alta demanda de agua, sin que se tomen las medidas necesarias para amortiguar las afectaciones.

Para remediar la problemática, comenta, se requiere de la suma de muchas voluntades, que estén dispuestas a sacrificar intereses particulares, ya que hasta el momento los únicos sacrificados han sido la salud de la población y la naturaleza.

Es necesario que las voluntades se reflejen en acciones específicas para equilibrar el acuífero, mismas que se tienen que reflejar en lo inmediato, ya que destacó que la naturaleza no perdona.

“Ya es imposible que reviva la parte del río que ya nos terminamos, por más que reforestemos, no volveremos a tener sabinos de mil años y lograr que el ciclo hidrológico que permitía tener una calidad de agua, como la que se tenía en La Laguna… Hay muchas acciones que se tienen que tomar.

El problema de la sobreexplotación del agua en la región tiene muchas aristas que tienen que ser atacadas de diferentes formas.

El problema es tan grave que requiere una solución que sume a muchas voluntades, algunas se están empezando a dar.

Todos van a tener que sacrificar algo.

Hasta el momento la única sacrificada ha sido la población, en su salud, y el medio ambiente”.

Comentó que en las instancias de gobierno han preponderado intereses de particulares.

Destacó que la Comisión Nacional del Agua contempla el recurso hídrico como un recursos que hay que aprovechar, antes que cuidar, más considera que hay señales de que se está cambiando esta percepción.

“Mientras sigan pensando en que va a poner una potabilizadora cuya tubería pase por el cañón, quiere decir que no terminan de entender y que quieres seguir solucionando los problemas de la misma forma en la que se resolvieron anteriormente, y que nos generaron más problemas.

Aunque se escuche como algo cotidiano, la verdad es que sin agua las ciudades se vuelven fantasmas.

El agua lo es todo”.

Destacó que países como Inglaterra, han tomado posturas racionales ante el cambio climático, por lo que están invirtiendo recursos económicos considerables para revertir los daños al medio ambiente.

En La Laguna se requieren medidas urgentes como el cambio de cultivos y la disminución de la frontera agrícola, la tecnificación del riego.

06 de marzo de 2013
Fuente: Milenio

Nota de Yazmín Murra