Fuente: Prensa Latina

El primer ministro de Irak, Nouri Al-Maliki, advirtió hoy que los Estados árabes se abocan a una futura guerra por el agua, si no actúan con inmediatez para revertir el agotamiento de ese vital líquido.

Al hablar en una conferencia sobre el tema realizada en esta capital, Al-Maliki instó a las naciones a trabajar juntas para impedir conflictos en la árida región de Medio Oriente y el norte de África, donde se ubica la mayoría de los países de la comunidad panárabe.

Representantes de varias naciones buscan en Bagdad concertar un plan conjunto que brinde los mecanismos para atender y contrarrestar la crisis de agua, la cual expertos aquí atribuyen parcialmente al manejo despilfarrador de ese líquido y a la galopante desertificación.

El tema incluye, además de la desertificación y la deficiente administración de los recursos hídricos, las necesidades de la mayoría de los países árabes de contar con la buena voluntad de las naciones situadas en áreas río arriba, en el caso de las aguas fluviales.

La reunión en esta capital reconoció que los líderes árabes fracasaron en el pasado en manejar de manera común la crisis, bien por enfrentamientos armados o ineficiencia, y todo apunta a que las revueltas populares que sacuden la región empeorarán sus diferencias.

Viejas disputas por ese recurso vital generaron fricciones entre países y pueblos, como fue el caso de Israel y los palestinos, y Siria e Irak, mientras actualmente la escasez golpea a Jordania y la ocupada Cisjordania, indicaron asistentes al encuentro.

El jefe de la Autoridad Palestina de Agua acusó este miércoles a Yemen de despilfarrar cantidades significativas del líquido en la irrigación de plantaciones de qat (Catha edulis), cuyas hojas son un psicoestimulante muy popular en el país de la península Arábiga.

Irak, por su lado, tomó nota de informes elaborados el año pasado por los gobiernos suizo y sueco, según los cuales, redujo la dimensión de sus pantanos de un 90 a un 50 por ciento de 1960 a 2000.

De acuerdo con datos manejados aquí, hace dos meses expertos de la inteligencia nacional estadounidense estimaron muy probable una guerra global por el agua en los próximos 10 años.

Advirtieron, sin embargo, que el riesgo de conflicto podría incrementarse debido a que las demandas del líquido agotarían los actuales suministros en un 40 por ciento para el año 2030.