Ya no hay pretextos para destruir manglares

06 febrero 2014

México alberga 5% del total mundial de manglares. Foto: Shutterstock

“No es para guardárnoslo en la bolsa, es para distribuirlo en proyectos con toda la comunidad en México que trabaja sobre el tema, para ir construyendo el edificio de entendimiento de este tema tan grave”, dijo José Sarukhán Kermez, durante la presentación de los libros Especies Acuáticas Invasoras en México y Manglares de México. Extensión, distribución y monitoreo, presentados con motivo del Día Mundial de los Humedales, que se festejó este dos de febrero.

El Coordinador Nacional de la Conabio explicó que con sorpresa se dieron cuenta que no es la industria turística la que más ha impactado en la desaparición de manglares (formaciones vegetales leñosas, densas, que pueden parecer árboles o arbustos de 1 a 30 metros de altura, resistentes a la sal), sino el cambio de uso de suelo (agricultura).

“A nivel nacional se han identificado los principales cambios en la extensión del manglar en dos periodos: el primero 1981-2005 y el segundo 2005-2010, y la reducción de la superficie del manglar en los 17 estados de la República que cuentan con este ecosistema es de 9.6 y 1.2%, respectivamente”, indicó.

A partir del 2005, la Conabio decidió hacer mediciones cada cinco años, por lo que en el 2015 será el próximo monitoreo para saber qué estados mantuvieron y cuáles perdieron este ecosistema altamente productivo, con una gran riqueza biológica, que proporciona una gran cantidad de recursos y servicios ambientales (colocando a México en el cuarto país a nivel mundial con mayor extensión de este ecosistema).

El estado que conservó la misma superficie de manglar durante los dos periodos fue Baja California; el estado con mayor porcentaje de pérdida de área fue Jalisco, con 72.8%; sin embargo, en el periodo 2005-2010, el estado que reportó mayor pérdida fue Michoacán, con 8 por ciento.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en el marco de la conmemoración del Día Mundial de los Humedales, celebrado el 2 de febrero, México alberga 5% del total mundial de manglares, lo que coloca al país en el cuarto lugar de las 125 naciones y territorios que cuentan con este ecosistema.

La representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Dolores Barrientos, detalló que en los últimos 25 años 50% de los humedales en el mundo se ha perdido, al igual que 35 % de los mangles.

ESFUERZO INCOMPARABLE

Jorge López Portillo, investigador en ambientes de manglar del Instituto de Ecología (Inecol), destacó que con el trabajo que hizo Conabio, al poner a disposición 130,000 fotografías al público en general a través de su página en Internet, lo que permitirá que cualquiera pueda hacer las comparaciones en vivo o en línea. “Esto no tiene parangón en el mundo”.

Actualmente, dijo, 60% de los manglares está protegido y el vacío es ese 40%, pero aún con eso creo que este esfuerzo le proporciona a los 17 estados información valiosa y fundamental, para que los gobiernos involucrados tomen mejores decisiones; “ya no hay excusa para los constructores, porque ahora ya saben exactamente dónde se puede y dónde no construir”.

México está alcanzando el nivel de ser el país que mejor conoce sus manglares en su ubicación, su función y estructura, y tiene la responsabilidad de hacer un uso sustentable, así, el reto es proporcionar las bases científicas para el uso sustentable, recalcó López Portillo.

Al respecto, Rodríguez Zúñiga informó que a la fecha la Conabio apoya 14 proyectos que estudian la estructura y funcionamiento de los manglares y realizan estudios de cómo estos ecosistemas pueden funcionar como sumideros de carbono.

En la presentación de los libros, Juan José Guerra Abud, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales dijo: “Estas obras son instrumento que nos ayudarán a definir la política pública, estos documentos apoyan para encontrar el justo medio, porque el país se tiene que seguir desarrollando, es indispensable crecer, es indispensable aprovechar la biodiversidad, pero también es indispensable cuidarla para un desarrollo sustentable”.

03 de febrero de 2014
Fuente: El Economista
Nota de Ana Langner y Elizabeth Ruiz Jaimes