La enorme cantidad de agua dulce que se está acumulando en el Océano Ártico por el calentamiento global puede fluir en masa al mar de Labrador alterando las corrientes océanicas locales y globales.
El mar de Beaufort, que es el depósito de agua dulce más grande del océano Ártico, ha aumentado su contenido de agua dulce en un 40% durante las últimas dos décadas. Cómo y dónde fluirá esta agua hacia el Océano Atlántico es importante para las condiciones oceánicas locales y globales. Leer más.