Zona chinampera de Xochimilco carece de agua

04 junio 2012

03 de junio de 2012
Fuente: El Universal
Nota de Mónica Archundia

Unos 300 productores siembran a cielo abierto o bajo invernadero en San Luis Tlaxialtemalc

Es considerada área natural protegida, patrimonio histórico y cultural, bosque urbano de la ciudad, pero la zona chinampera de Xochimilco no tiene agua limpia para sus cosechas, enfrenta la constante amenaza de los asentamientos humanos y sus productores no cuentan con apoyos suficientes.

Sabino Martínez Cruz produce plantas aromáticas desde hace 30 años en la zona chinampera de San Luis Tlaxialtemalco y ha visto cómo —desde hace 10 años— las descargas de los asentamientos humanos han contaminado el agua de las zanjas, usada para el riego.

“Bastante ha cambiado. El nivel de agua estaba arriba, había pescados, pero desde que están viviendo los vecinos tiene descargas, ya quieren tapar la mitad de la zanja para hacerla calle”, dice.

A esta zona llega el agua de una planta tratadora, que es descargada desde Callejón México 70; también lleva el líquido proveniente de las casas situadas en las laderas, cuyos tubos se encuentran dirigidos a su cauce.

En Xochimilco hay 570 hectáreas de producción de plantas ornamentales, medicinales y de hortalizas, la mayoría se concentra en San Luis Tlaxialtemalco, San Gregorio, San Francisco Caltongo, Nativitas y la parte alta de los pueblos, explica Gamaliel Enriquez, encargado del área de ornamentales de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec).

Unos 300 productores, entre pequeños y grandes, siembran a cielo abierto o bajo invernadero en San Luis Tlaxialtemalco, según Rubén Cabello Martínez, representante del Grupo de ornamentales, aromáticas y medicinales (Pro Ornamedic).

Al pasar por la calle Tonalcatépetl, que divide la zona de siembra con el área urbana, comenta: “con la producción mantenemos a raya la invasión”. Con el malvón, la nochebuena, la ruda, el aretillo y otras especies, los productores han logrado conservar la vocación de las chinampas.

Sin embargo reconoce que uno de los problemas que enfrentan los productores es la insuficiente cantidad de agua tratada que les llega y su contaminación: “regamos con lo que hay o vamos a la planta tratadora y le exigimos al Sistema de Aguas, con ellos estamos en constante reclamo”, comenta.

En el corazón de la zona chinampera, lejos de los asentamientos humanos, Celestino Ovando Salvador riega sus plantas ornamentales y hierbas aromáticas con el agua bombeada de una zanja.

Para él la prioridad es que el agua que llegue a la zona sea de calidad y no esté contaminada con jabón de las casas vecinas, porque ha generado problemas dermatológicos entre algunos campesinos.

También identifica otra necesidad, la de que sus productos sean adquiridos por los propios gobiernos federal, local y delegacional en lugar de hacer sus compras para reforestar en Morelos, Estado de México e Hidalgo.

Cabello dice que los propios productores se han encargado de limpiar los canales o zanjas y han reforzado los taludes con estacas y costaleras para evitar la invasión de los cuerpos de agua.

Afectan sus ventas

Dice que en los últimos años la venta de plantas en la zona registró una caída de 30%, debido a la prohibición que estableció la Secretaría de Medio Ambiente del DF para la entrada de camiones con placas foráneas antes de las 11 de la mañana cuando hay mala calidad del aire.

Los compradores de Tijuana, Monterrey, La Paz y otros estados arribaban muy de mañana y a las 10 ya estaban fuera de la ciudad, pero ahora prefieren quedarse a hacer sus compras en el Estado de México o Puebla.

Por eso a través del Grupo Pro ornamedic se pretende establecer una comercializadora que atraiga a instituciones de gobierno, gente de otros estados y universidades.

Explica que los programas de apoyo son buenos, pero insuficientes para atender los requerimientos de los campesinos: “no alcanzan para todos, falta presupuesto de gobierno para el campo del DF, falta que los diputados conozcan nuestra problemática”.

Para Noel Pérez se requiere una mayor capacitación a los productores en el manejo de sus invernaderos y permisos para la introducción de tecnología porque “trabajamos a la manera más rústica”.

Tomás Galicia dice que ha recibido semillas de Sederec y algunos fertilizantes de la delegación. Él sabe, igual que el resto de los productores, que el cambio del uso de agroquímicos a orgánicos conlleva pérdidas cercanas al 30% mientras aprenden su uso.

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