Dos años después, esperan reubicación 158 familias

03 junio 2008

 

Fuente:El Diario
3 de junio de 2008
Horacio Carrasco Soto

Aunque sus viviendas fueron marcadas como de riesgo inminente, al haber sido construidas junto a cauces de arroyos, 158 familias se quedaron esperando su reubicación a zonas más seguras.

Hoy, a dos años de las tormentas que devastaron la ciudad y a unos días de que llegue la temporada de lluvias, los vecinos aceptan –y en algunos casos claman– que se les lleve a otras áreas.

“Yo ya lo que quiero es irme de aquí, ya no quiero estar en esta zona porque es muy difícil andar sacando a la niña a corre y corre y exponerla a las aguas otra vez”, dice María Elena Villarreal, quien reside en un cauce abajo del dique Fronteriza, comúnmente llamado “de la Montada”.

Tan sólo en la colonia Fronteriza Baja, 150 familias de la calle Baja California, construida en el lecho del Arroyo de las Víboras, tendrán que ser reubicadas y sus casas demolidas, en una operación que requiere, aparte de lograr acuerdos, más de 30 millones de pesos.

Las lluvias de julio y agosto del 2006 dañaron 4 mil 111 viviendas en toda la ciudad, según recuento de las autoridades estatales y municipales.

Unas 400 casas tuvieron pérdidas totales y 170 presentaron daños parciales severos, principalmente aquellas que estaban construidas en los cauces de los arroyos De las Víboras y El Indio.

Luego de las precipitaciones, la Comisión Nacional del Agua (CNA) determinó que el dique Fronteriza está dañado y procedió a abrir una escotadura de unos 20 metros de ancho, salida que fue recubierta con piedra y revestida con cemento.

Ahora el dique quedó inhabilitado y el flujo saldrá directamente a una nueva canalización, en cuyo costado se encuentran 150 viviendas a lo largo de unas 19 cuadras comprendidas entre la base del dique y la calle Héroes de Nacozari.

Las casas están separadas del canal por un bordo de 2 metros de altura que, en caso de una precipitación intensa, podría ser insuficiente para contener el flujo que baja violentamente de la Sierra de Juárez.

Por lo tanto, esas 150 familias serán reubicadas por los gobiernos municipal y estatal, y sus viviendas van a ser demolidas para evitar que vuelvan a habitarse.

En situación similar se encuentra ocho familias más cuyas viviendas se ubican a un costado del Arroyo El Indio, en la colonia Morelos.

‘Dijo Protección Civil que no era alto riesgo’

María Elena Villarreal Franco, quien vive en calle Baja California 2314 y cuya casa fue marcada con un “61”, dice que “todo van a tumbarlo, todo, todo” y señala la fila de casas, que comprenden unas 19 medias manzanas.

“Cuando nosotros construimos aquí en el 2003, Protección Civil nos dio unas cartas donde nos dijeron que no estábamos en zona de alto riesgo, por eso nosotros construimos aquí”, agrega.

Y ahora no quieren aceptar el pago en la Dirección de Asentamientos Humanos porque resulta que siempre sí es zona de alto riesgo y van a reubicarnos, indica.
“Yo ya lo que quiero es irme de aquí, ya no quiero estar en esta zona porque es muy difícil andar sacando a la niña a corre y corre y ponerla expuesta a las aguas otra vez”, expresa.

Informa que su hija de 20 años padece parálisis cerebral y usa silla de ruedas, entonces debe enfrentar temibles odiseas al andar empujándola entre las inundaciones y evitar que el caudal se la arrebate, además de trasladarla entre caminos de arena.
“Yo fui una de las que nos estuvimos allá arriba, en la loma, porque desgraciadamente cuando se vinieron las aguas no pudimos pasar, entonces yo con mi niña discapacitada duré ocho días allí en la loma”, recuerda.

Expresa que allí habitan dos familias, con un total de cinco menores de edad y cuatro adultos, que ocupan cuatro cuartos y dos baños, éstos últimos recién construidos luego de que las lluvias del 2006 se los destruyeron.

“La gente sí se quiere ir, pero queremos saber a dónde nos van a mandar, a qué tiempo y qué es lo que nos van a dar, ésa es la pregunta que nosotros queremos saber”, indica.

“Sí nos vamos, pero yo tengo una niña discapacitada y vivimos dos familias, ¿me van a dar una casita chiquitita?”, pregunta.

La petición generalizada de los vecinos es que les entreguen viviendas del mismo tamaño de las que ocupan actualmente, además de que les respondan las preguntas anteriores, dice.

La necesidad de contar con información adecuada es para ya no seguir construyendo, o bien, para hacer una protección contra el agua, dependiendo de cuándo vayan a sacarlos, agrega.

A unos 60 metros de la cortina del dique Fronteriza se encuentra la casa más cercana a esa estructura, con el numeral 3220, donde reside doña Elisa Ortiz Gómez.

“Dijeron que iban a venir unos camiones para llevarnos a las casas que nos iban a dar, pero no, no han venido camiones y de eso hace ya como tres semanas”, dice,
Agrega que en esa vivienda residen dos familias y en el 2006 les dijeron que iban a reubicarlas, luego les informaron que siempre no y finalmente “nos dejaron aquí, al último”.

Informa que en el 2006, una manzana entera fue destruida por la corriente, igual que otras cuatro viviendas vecinas y todas esas familias fueron reubicadas en diferentes colonias.

Rosa Velia García Rodríguez, con domicilio en Baja California 2443, dice que allí residen tres familias y ya les avisaron que toda la hilera de casas, a lo largo de muchas cuadras, será demolida.

“Nosotros sí estamos dispuestos a reubicarnos, pero como dice mi papá: que ellos se fijen cuántas personas viven aquí y cómo está la casa”, agrega.

“Van a quitar todo esto y parte de allá”, indica señalando la fila de viviendas junto a la canalización.

“Que nos entreguen una casa igual, pero nos quieren reubicar en una casa de dos cuartos y somos tres familias, no cabemos, serían los muebles o nosotros”, expresa.

Dice que primero dijeron que iban a reubicarlos, luego se les dejó en el olvido y la gente comenzó a reconstruir y a pintar sus casas, pero ahora otra vez comenzaron a decirles que van a sacarlos de allí.

“Todas las casas están marcadas desde las lluvias, les ponían una rueda con un número y ya, era todo”, agrega.

Guadalupe Valverde Herrera, quien reside en el 2435 de la misma calle, indica que tres semanas atrás, un grupo de empleados municipales acudió a hacer un censo.

“Nada más vinieron a preguntar cuántas familias viven, a ver las casas cómo están, pero no nos dijeron nada de reubicación, dijeron que nada más era para archivar”, expresa.

Dice que en esa vivienda residen tres familias, cada una con cinco o seis miembros, y cuando vieron a los empleados municipales se les abrió una esperanza de reubicación.
“Les preguntamos si era para reubicación y dijeron que era nada más para archivarlo y no dijeron nada”, agrega.

“Aquí tenemos dos terrenos, estábamos construyendo ésa (señala a una recámara en edificación) pero como dijeron que iban a empezar a reubicar, pues ya no hicimos nada”, expresa.

Al principio dijeron que iban a dar pies de casa y por eso nadie quiso irse, luego vinieron otra vez y dijeron que ya no iban a reubicar, entonces la gente está confundida, indica.

Su casa fue marcada con “AH”, aparte “42” dentro de un círculo y abajo “123”.
Gran parte de las viviendas se construyó en terrenos que pagaron al gobierno municipal, inclusive cuentan con agua, drenaje, electricidad y servicio telefónico, es decir, son casas que los vecinos edificaron legalmente.

Hay 158 viviendas en peligro inminente

Carlos Morales Villalobos, director de Asentamientos Humanos del gobierno municipal, dice que en el 2006, Protección Civil municipal y dependencias de Gobierno del Estado como Desarrollo Urbano e Instituto de la Vivienda hicieron un recorrido en las áreas afectadas, sobre todo en los arroyos De las Víboras y El Indio.

Se marcaron cientos de casas con daños totales, parciales y las que necesitarían reparaciones, además de hasta qué altura llegó el agua, agrega.

En los casos en que fueron muy afectadas, el gobernador dispuso que se entregaran viviendas nuevas a las familias que quedaron desamparadas, indica.

Expresa que personal de Asentamientos Humanos acaba de hacer un recorrido por el Arroyo de las Víboras y está haciendo otro por El Indio.

“En el Arroyo de las Víboras levantamos un censo donde existen 150 viviendas que están en peligro inminente, les hemos estado mencionando que pasaremos con ellos para llegar a acuerdos”, expresa.

“Les estamos solicitando información de todos y cada uno de sus familiares para saber de qué tamaño es la finca, cuántos años tienen viviendo allí y si son propietarios o posesionarios”, continúa.

Este censo se entregará a Protección Civil estatal y municipal y al Instituto de la Vivienda del Estado de Chihuahua (Iviech) para convocar a los vecinos y llegar a acuerdos de reubicación, dice.

Agrega que en El Indio están haciendo otro censo, pero ya revisaron 15 viviendas y detectaron que sólo ocho están en situación de peligro grave.

Es decir, son 158 casas que se encuentran en peligro inminente de ser arrasadas por una avenida, indica.

Expresa que la gran mayoría de los vecinos está dispuesta reubicarse, siempre y cuando les ofrezcan los mismos metros de construcción que tienen, lo cual requiere un acuerdo entre Gobierno del Estado y Municipio.

“Hay unas que están en peligro inminente, a ésas estamos por notificarles en el transcurso de esta semana, con un oficio donde les estamos invitando a que independientemente de que ejerzan sus derechos ante las instancias legales respectivas, tomen en consideración que pueden poner peligro –como en el 2006– a sus familias y a sus bienes”, dice.

Hay casos en que los arroyos en su caída natural atraviesan las viviendas y es precisamente en ésas donde se les está comunicando con carácter urgente que busquen otros espacios para dejar fuera de peligro a sus familias, agrega.

“Aquí la invitación es que busquen un espacio adecuado, independientemente de la negociación que puedan tener con el Municipio o el Gobierno del Estado”, expresa.

Inversión cuantiosa para reubicarlos

En julio del 2006, un grupo de funcionarios estatales y municipales informó que 400 familias quedaron sin casa y enfrentaron cuantiosos daños en su patrimonio, aparte de que otras 170 viviendas quedaron dañadas parcialmente y las familias necesitaban muebles.

Jorge Vázquez Guzmán, delegado regional del Instituto de la Vivienda (Iviech), dice que ellos entregaron casas a 254 familias que perdieron todo con las lluvias.

“Nosotros recibimos la instrucción de Protección Civil, nosotros hicimos las reubicaciones en viviendas nuevas y posteriormente Obras Públicas de Gobierno del Estado hizo la demolición de las que dejaron”, agrega.

Esto se hizo en colonias aledañas a los arroyos Del Indio, De las Víboras y otras que también resultaron afectadas, como Anapra y Felipe ángeles, indica.
Las familias fueron asentadas en los fraccionamientos Lomas del Valle, Héroes de México, El Mezquital y Praderas del Sauzal, expresa.

Son viviendas de dos recámaras, que tuvieron un costo individual de 180 mil pesos, que es el valor de vivienda económica de Infonavit, dice.

“Todo se pagó con recursos del Gobierno del Estado y una parte la Federación, entonces la vivienda se les donó y se les escrituró ya casi a todos”, agrega.

Indica que últimamente ha habido señalamiento del Municipio de que hay necesidad de reubicar más familias.

“A nosotros no nos han avisado ni confirmado, esto ha sido nada más por comentarios que nos han llegado, no hemos sido convocados nosotros todavía a ninguna reunión que para tal fin se haya convocado, estamos a la espera de ver cuál fuera la solicitud”, expresa.

Aparte de las viviendas que entregó Gobierno del Estado, la Fundación del Empresariado Chihuahuense A.C. (Fechac) realizó la campaña “Unidos por Juárez” con apoyo del Consejo Coordinador Empresarial de Ciudad Juárez y Chihuahua, invitando a los ciudadanos a hacer donativos y por cada peso que aportara, la Fundación ponía otro.

Se reunieron 19 millones 561 mil 388.70 pesos con donativos de empresas como Embotelladoras Arca, Brasa Desarrollos, Fundación Comunitaria Frontera Norte, Jidosha de Juárez, Grupo Ruba y con el redondeo de cambios en las cadenas S-Mart, Soriana y Operadora Futurama, se informó.

Fechac entregó 90 viviendas con menajes que comprendían un refrigerador, una estufa, un sofá cama, un colchón, una base de madera, batería de cocina de 7 piezas y una vajilla de 20 piezas.

También entregó muebles a 600 familias, como estufas, refrigeradores, colchones con base de madera, antecomedores y despenseros.

Aparte donó 12 menajes para las últimas 12 viviendas que entregaron los miembros de los Clubes Rotario y Urbi, hace menos de un mes, y destinó recursos al Municipio para la construcción de 208 pies de casa.

Adicionalmente regaló 26 motobombas de desagüe y aportó 50 millones de pesos para canalización del Arroyo del Indio, construcción de red de alumbrado, parque lineal con juegos infantiles, jardineras y banquetas, siendo 2 kilómetros de desarrollo desde el dique Asfalto hasta el Parque Industrial Fernández.

Sin embargo, reubicar las 158 familias que todavía viven junto a los arroyos Del Indio y De las Víboras requiere una inversión superior a 30 millones de pesos, para aplicarlos en la construcción y dotación de servicios, aparte de los terrenos.

Bernardo Escudero Ortega, director municipal de Ecología y Protección Civil, dice que ya están “buscándole el remedio y el trapito al problema”.

Agrega que el alcalde está haciendo gestiones con Infonavit para crear un esquema que permita conseguir créditos para los vecinos que deben ser reubicados.

Es decir, el Municipio les comprará sus casas y va a dar como enganches esos dineros a Infonavit, de modo que la gente siga pagando el resto en pagos diferidos y atractivos, indica.

Una vez que se logre bien este proyecto, tanto las negociaciones con la gente como la reubicación a los fraccionamientos estarán a cargo de Asentamientos Humanos, expresa.

Mientras tanto, ya empezaron los ciclones en el sur del país y aquí el clima ha sido muy inconsistente, pero se sabe que históricamente entre los últimos días de mayo y los primeros de junio llega la temporada de lluvias, dice.

Es decir, está por comenzar y las familias aún están allí, agrega.

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