2 comentarios en “México: El ‘Niágara del país’ se ahoga en residuos tóxicos (El País)”

1. Es increíblemente vergonzoso que a diez años de conocerse la situación de este río no se haya hecho nada por tratar de frenar esto de sanear lo podríamos decir hasta perverso por parte de la autoridad

   Responder

2. Yo viví cerca de 18 años a menos de cien metros del río Lerma nací es salamanca gro. Viví en la calle de Teófilo Araujo en la colonia Nativitas y me tocó ver cómo el río Lerma y no estoy hablando de sus orillas sino del caudal, se incendiaba, hay un puente que antes era para el ferrocarril y tiene un pilar que lo sostiene a mitad del río, el puente tiene como diez metros de altura y en la base del pilar se hacían natas de petroquímicos de la refinería Antonio m. Amor, esas natas llegaban a incendiarse ya sea porque alguien las incendiaba deliberadamente o por vías naturales como refracción en vidrios, lo que si se es que con frecuencia las llamas quemaban los durmientes de madera y no podía pasar el tren, llegaban los bomberos a apagar un río, si como se escucha a apagar un río, y no lo podían hacer mejor esperaban hasta que los petroquímicos se consumían en su mayor parte para poder apagarlo, nosotros teníamos el desagradable y muy desagradable orgullo de decir que vivíamos al lado del único río en México o en el mundo que se incendiaba, el río Lerma, hace un tiempo que se dice que Pemex ya no lanza sus desperdicios al río, yo ya no vivo en salamanca, me fui de ahí a mis 18 años, vivo en una hermosa ciudad que es Querétaro y me da pena regresar a salamanca, sobre todo porque no conformes de que su gobierno, el gobierno municipal y el del estado que se mantienen de los sobornos que dan estás empresas, ahora negocian con la vida de los ciudadanos de forma nueva con una guerra de carteles entre el cartel Jalisco Nueva generación y el cartel de santa Rosa de Lima con un récord mantenido durante meses de al rededor de cincuenta personas muertas por semana en todo el estado, cuánta tristeza siento por mis conciudadanos y la ciudad que me vio nacer

   Responder