En el 2019 la Asamblea General de la ONU declaró al agua potable y a las instalaciones sanitarias adecuadas, un derecho humano. Desafortunadamente ese derecho decisivo para la salud pública se viola en gran escala.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 1/3 de la población mundial no tiene agua potable, y el 55% carece de sanitarios. Estos déficits no han estado entre las prioridades más críticas y ello se ha reflejado en subinversión en ambos campos. Dice Antonio Guterres (Secretario General de la ONU) “La falta crónica de inversiones en agua y saneamiento perjudica a muchos, es inaceptable”. Leer más.