Conagua y CFE, responsables de inundaciones

10 septiembre 2010

Mal manejo en el desfogue de presas: Isidro Cano
10 de septiembre de 2010

Por Raymundo León y Oved Contreras/Enviados especiales/Diario de Xalapa

Aún se espera que la creciente del río pueda afectar a más colonias de esta ciudad. Foto: Diario de Xalapa

Minatitlán, Veracruz.- Un mal manejo en el desfogue de las presas Cerro de Oro y Temascal en Oaxaca, fue lo que causó la severa inundación que azotó la cuenca baja del Papaloapan en Veracruz, y no las lluvias extraordinarias que cayeron en el sureste mexicano, afirmó Isidro Cano Luna, meteorólogo y director de Protección Ciudadana en Veracruz.

“Las lluvias que se han registrado en la región limítrofe entre Veracruz, Oaxaca y Chiapas, ni con mucho nos provocarían jamás las inundaciones que hoy viven Tlacotalpan y Minatitlán, por citar sólo dos casos, porque aún con 200 milímetros que pronosticaron de la Comisión Nacional del Agua no era motivo para que los ríos permanezcan desbordados después de una semana de contingencia”, apuntó.

En entrevista, Isidro Cano rechazó que las intensas lluvias del sur del Estado y Oaxaca hayan provocado el desbordamiento e inundación de toda la cuenca baja del Papaloapan en Veracruz.

“Se pronosticaron 200 milímetros de agua acumulada pero eso no explica que ya pasaron cuatro días sin lluvias en el sur del Estado y los ríos Papaloapan y Coatzacoalcos no sólo siguen desbordados sino que se espera incrementen sus niveles entre viernes y sábado”, refirió.

Cano Luna citó como ejemplo que la semana pasada cayeron 130 milímetros de agua en cuatro horas en el puerto de Veracruz, que fue una lluvia extraordinaria que inundó varios fraccionamientos y colonias de la ciudad, pero en un par de horas hubo escurrimiento y todo volvió a la normalidad.

“Eso demuestra que las lluvias intensas en el sureste no son razón suficiente como para explicar las históricas inundaciones que se viven en las márgenes del río Papaloapan, mientras que las ciudades cercanas a las presas Cerro de Oro y Temascal no están inundadas, y eso quiere decir que el problema se origina por un mal desfogue de las dos estructuras captadoras de agua”, insistió.

Dijo que las presas Cerro de Oro y Temascal en Oaxaca suelen desfogar 26 metros cúbicos por segundo, pero en un momento abrieron compuertas y vertieron 2 mil metros cúbicos por segundo, “y si eso lo pasamos a 24 horas quiere decir que soltaron 190 millones de metros cúbicos en un día que inundarían cualquier zona por varios días.

“Los que tenemos conocimiento de lo que ha llovido no es para tenernos con estas inundaciones en la cuenca del Papaloapan, es una situación más de fondo que se presentó en este punto, las presas no fueron desfogadas en tiempo y forma, las familias del rumbo recuerdan algo así por 1944, pero en ese entonces no había presas”, insistió.

Replicó que los acumulados de lluvias en el sureste del país no pueden provocar la inundación que hoy padece el Papaloapan, y afortunadamente el gobernador Fidel Herrera Beltrán ya intervino para que la Comisión Nacional del Agua ordene frenar los desfogues de las dos presas.

Mencionó que en estos cuatro días se tiene, por así decirlo, una tregua en Veracruz porque no se presentarán lluvias importantes, pero en lo que resta del mes continuarán las precipitaciones, incluso en la primera quincena de octubre.

BAJÓ 10 CM NIVEL DEL COATZACOALCOS

A pesar de que el nivel del río ha bajado unos 10 centímetros, el inminente crecimiento del río Coatzacoalcos a la altura de Minatitlán mantiene en constante alerta a todas las autoridades que participan en la contingencia.

Además del puente aéreo implementado por el Gobierno del Estado y la Armada de México, el Ejército distribuye despensas a las personas que permanecen en sus hogares y alimentos en los albergues habilitados para refugiar damnificados.

Se espera que en las próximas horas los niveles de los ríos Uxpanapa y Coatzacoalcos aumenten considerablemente, lo que podría generar una mayor emergencia.

A las 13:00 horas de ayer, el nivel del río Coatzacoalcos había bajado unos 10 centímetros en lo que se considera un breve respiro para poder realizar acciones de evacuación y envío de víveres y agua a zonas dañadas.

Aún se espera que la creciente del río pueda afectar a más colonias de esta ciudad.

Hasta este momento, 13 colonias son las afectadas por las aguas del río Coatzacoalcos y miles son las personas afectadas en sus propiedades que todos los días visitan sus casas para verificar que todo se encuentre en orden.

Todo en la zona comercial del centro se encuentra bajo el agua. Cada vez que se pasa frente al bar Coco Bongo hay quienes dicen: “Cuando esto esté seco venga a este bar, el ambiente es tranquilo, nadie lo molesta y tiene una vida privilegiada hacia el río”.

Más adelante está el también bar “Titanic”, bajo las aguas. “Aquí, el Titanic se ha hundido dos veces; una en el 2008 y otra en este 2010”, manifiesta entre risas un pasajero que se dirige hacia la colonia Ejido Tacoteno a verificar que su casa esté completa.

La distribución de despensas enviadas por los gobiernos estatal y federal sigue a cargo de elementos de la Marina y del Ejército.

Las autoridades no bajan la guardia porque saben que éste es sólo un breve descanso que da el río antes de que su nivel vuelva a subir en las próximas horas inundando más colonias.

AUMENTA LA BASURA EN LAS CALLES

La basura sigue invadiendo las calles inundadas de la ciudad. Tal como lo denunció Diario de Xalapa, hasta ahora ninguno de los trabajadores de Limpia Pública del ayuntamiento de este municipio se ha preocupado por recoger los montones de basura que se acumulan poco a poco en las calles.

El calor y el agua ocasionan que en las zonas donde se aprecian montones de desechos sólidos haya una mezcla pastosa que empieza a oler muy mal.

En la calle José Arenas esquina con Ignacio Zaragoza, a escasos metros de donde viven los padres de la alcaldesa, el amontonamiento de basura es ya muy grande.

Ahí los vecinos refirieron que han estado sacando mucha basura que llega flotando en el agua y que la han puesto bajo la sombra para evitar su descomposición inmediata.

“Eso no nos ha servido de mucho porque la basura ya tiene varios días y no se ha visto a ninguno de los trabajadores de Limpia Pública. Lo bueno es que aquí ha sido solamente basura lo que se ve. En la otra esquina los vecinos sacaron dos perros muertos, se los tuvieron que llevar rápido porque estaban a punto de reventar”, comentaron.

Por todos los sectores de la ciudad, además del agua, la basura es lo que más se advierte. Cientos de botellas y desechos sólidos flotan entre las aguas crecidas.

En Ias calles Xicoténcatl y Agustín de Iturbide la situación es la misma. Sobre la calle Miguel Hidalgo, de donde parte la ayuda a todas las comunidades, la basura está a la vista de todos.

“No sabemos por qué los trabajadores de Limpia Pública no llegan y levantan esa basura que se acumula cada día que pasa”, señalaron los entrevistados.

De continuar los calores y el aumento de basura, la situación podría complicarse en esta ciudad que sufre por el calor y espera una nueva creciente del río Coatzacoalcos.

PUEBLO FANTASMA

Esta comunidad luce como un pueblo fantasma. Todo fue alcanzado por las aguas del río Coatzacoalcos.

Cuando el agua comenzó a subir no hubo más que buscar un lugar seguro. Ahora las calles de la comunidad lucen vacías y llenas de agua. Es un agua sucia. Es un agua negra y aceitosa. En los lugares en donde se aprecia cierta claridad se ven nadar pequeños animalillos como renacuajos.

En la colonia el silencio es absoluto. Acaso una voz se oye a lo lejos, pero se pierde entre el sonido del agua y del aire que pasa entre las ramas de los árboles.

De repente, una mujer de la tercera edad se asoma por una de las ventanas de las casas abandonadas y afirma:

“No le busque, no hay nadie en las casas. Se fueron todos cuando el río comenzó a crecer. Se fueron con familiares o a rentar. No hay nadie porque sus casas están llenas de agua”, comentó.

La anciana refirió que fue mejor que se fueran sus vecinos, porque ahí las autoridades del DIF municipal llegaron a decirles que no les iban a entregar ayuda de ningún tipo bajo el argumento de que viven en un asentamiento irregular.

“Nosotros lo que queremos es vivir bien, pero ahora que subió el río la situación se nos hace muy difícil. Ya sabemos que no nos van a dar nada, por ello mis vecinos se fueron a otro lado y no a los albergues porque hasta ahí no les permitieron entrar los del DIF”, dijo.

La Colonia Liberación tiene unas 50 familias y solamente se quedaron ahí unas cuantas para cuidar las propiedades de los demás.

“Aquí hay que seguir mientras no haya algo mejor. Aquí estaremos y el año que entra seguramente nos volveremos a inundar, pero ni modo, no hay a dónde más ir”, comentó.

A su paso por la colonia, las aguas del río han dejado un rastro de lodo, de pérdidas. A través de las ventanas abiertas de las casas se observan algunos muebles humedecidos por el agua.

“Tal vez mis vecinos tarden mucho tiempo en regresar. Dicen que en los próximos meses habrá más agua. Si crece más el río yo también me tendré que ir”, dijo.