Jalarle al baño, es cosa del pasado: La apuesta por los baños secos

09 septiembre 2024 Agua

Redacción: agua.org.mx/Karina Bautista-Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, A.C.

Investigación: Alexis Fernando Guerrero Sánchez-Estudiante de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Iberoamericana

“¿Tú qué prefieres, jalarle al escusado o tomarte un vaso de agua?” Jeinny Solís, directora de WCEco[1].

Una persona que cuenta con servicios de agua y saneamiento regulares, en promedio, utiliza el sanitario siete veces por día, gastando en cada descarga entre 10 y 16 litros de agua limpia[2]. Las aguas residuales resultantes idealmente irían a una planta de tratamiento para evitar contaminación ambiental y afectaciones a la salud, sin embargo, en México el 60% de las plantas de tratamiento no funcionan, y del 40% restante, el 30% opera parcialmente, y únicamente el 10% lo hace adecuadamente; cabe resaltar que aún existen muchos lugares del país en donde no se cuenta con estas instalaciones. [1]

La falta de infraestructura hidráulica adecuada y el mal manejo de las aguas urbanas, reduce la calidad de los cuerpos a dónde va a parar el agua, lo que además de comprometer al medio ambiente, perjudica la salud de las personas que habitan y dependen del bienestar las fuentes de agua[3]. En adición el derecho humano de acceso al agua y al saneamiento queda aún lejos de cumplir pues se estima que 2200 millones de personas continúan sin servicios de agua potable, 703 millones no cuentan con un servicio básico de agua; 3500 millones de personas carecen de saneamiento y 2000 millones carecían de una instalación básica para lavarse las manos[4].

Por otro lado, el mundo se enfrenta a una crisis hídrica sin precedentes, principalmente por las sequías cada vez más frecuentes y severas debido al cambio climático, lo que en algunas regiones del mundo agrava los problemas ya existentes de suministro y en muchos otros compromete la calidad de vida de las personas (Ibidem). Aunque no lo parezca, una acción tan cotidiana e inofensiva como jalarle al baño contribuye a esta problemática.

Si bien, la escasez de agua es efecto de factores que salen de nuestro control, como el cambio climático, la sobreexplotación de los cuerpos de agua, el crecimiento poblacional acelerado y la deforestación[5], podemos aumentar nuestra capacidad de resiliencia y garantizar el suministro en tiempos de crisis al optar por mejores formas de interactuar con el agua, relación que se puede reconstruir empezando por cambiar algo tan sencillo como lo es ir al baño.

Hablemos de los baños secos: ¿Qué son los baños secos?[6] [7]

Los baños secos son una ecotecnia alternativa a los sistemas de saneamiento convencionales. Su principal característica es que no requieren agua para eliminar desechos humanos, aprovechando en su lugar los procesos de descomposición naturales para convertirlos en abono que puede ser utilizado para nutrir la tierra.

Existen tres métodos principales de funcionamiento:

  1. Sistema de fermentación: Los desechos, líquidos y sólidos no se separan, se acumulan en una cámara ventilada que permite la descomposición. La cámara de compostaje debe contar con una capacidad de almacenamiento considerable, pues es un proceso que puede durar varios meses, además se evita el mal olor. Esta opción es más complicada de implementar, sobre todo en espacios urbanos, pues implica una planeación de construcción previa.
  2. Sistema de separación: Aquí sí se separan los residuos sólidos y líquidos para tratarlos por separado. Este tipo de sistema es más común en baños secos domésticos ya que se realiza una gestión de residuos más directa y requiere de menos especificaciones.
  3. Sistema de incineración: Es un método poco habitual en el que los sólidos son incinerados para convertirlos en ceniza que puede ser tratada adecuadamente[8].

Para los tres métodos el funcionamiento es prácticamente el mismo: Los residuos (incluido el papel) son mezclados con materiales orgánicos, como el aserrín y la hojarasca, que tras un periodo de entre seis meses y un año de descomposición dan como resultado una composta libre de virus y bacterias que no implica un daño para la salud y es segura para usarse como abono.

Entre los principales beneficios de los baños secos encontramos que ¡no se usa agua! Se elimina la necesidad de usar grandes cantidades de agua limpia para gestionar nuestros residuos. A nivel individual, un baño convencional se lleva cerca del 40% del suministro de agua que llega al hogar, lo que significa un ahorro en el consumo de agua teniendo oportunidad de destinarla a otras necesidades como bañarse o beberla[1]. Así se puede reducir la vulnerabilidad hídrica de la población que debe recurrir a gastos extras como pipas o agua embotellada, pues según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), el 33 % de las viviendas con acceso al agua no cuentan con suministro diario[5].  Además, se evita la contaminación de acuífero subterráneos y superficiales, lo que a su vez previene enfermedades transmitidas por el agua como el cólera.

Esta alternativa puede ser óptima para zonas que padecen de escasez de agua o que no cuentan con los servicios de suministro y saneamiento adecuados. La implementación de baños secos puede ayudar a resolver la situación de los 419 millones de personas que defecan al aire libre, reducir el 44% de aguas residuales domésticas que se descargaron sin tratamiento a nivel mundial y evitar que cerca del 10% de la población mundial consuma alimentos regados con aguas residuales[9].

Aunque es una opción cada vez más popular, debe de realizarse con bajo un plan de manejo adecuado, especialmente en entornos rurales, pues para que tenga efectos positivos se deben considerar las dudas, temores y el rechazo por parte de la población. No deben imponerse, en su lugar se presentan de tal forma que se adapten a la realidad social y cultural de las familias, con el fin de promover la aceptación y apropiación de este mecanismo dentro de la comunidad y generalizar su uso[10].

Y finalmente, en los entornos urbanos ¡también es posible tener un baño seco! Recordemos que más de la mitad de la población mundial vive en ciudades por lo tanto es nuestra responsabilidad gestionar los residuos de la mejor manera.

Te compartimos este emprendimiento mexicano que busca impulsar este enotecnia WCEco.

 

Referencias:

[1] Isla Urbana. (22 de marzo 2024).  #DíaUno Ahorrar agua con baños secos, Jeinny Solís de WCEco – Isla Urbana [Vídeo]. YouTube.

[2] Comisión Nacional del Agua (2018). Inodoros sustentables, otra forma de cuidar el agua. Gobierno de México.

[3] Núñez, J. (2024). Opinión: Los desafíos de México frente a la crisis por escasez de agua. Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

[4] Organización de las Naciones Unidas (s.f.). Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

[5] López, S. (2023). Escasez de agua y sequía en México: crisis actual. Animal Político.

[6] Vázquez, I. (3 de agosto 2022). Baño seco, ¿qué es y cómo funciona? Architectural Digest.

[7] Villalba, E. (3 de mayo de 2023). Baño seco: qué es, cómo se usa, ventajas y desventajas. GQ.

[8] Miogas (s.f.). Baños Secos Ecológicos para Humanos.  Biogás al alcance de todos

[9] World Health Organization (2024). Saneamiento. 

[10] Olmedo, M. (2021). Baños ecológicos secos: soluciones adaptadas a las comunidades rurales en Bolivia. Banco Interamericano de Desarrollo.

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