En Chiapas se inundan 500 casas... y contando

En Chiapas se inundan 500 casas… y contando

11 enero 2008

Manuel De La Cruz, 11 de enero de 2008

Excélsior

MALPASO, Chis.- El agua sigue subiendo: al menos medio millar de casas están sumergidas en decenas de comunidades cercanas al caudaloso río Grijalva.

Los daños, aunque también se han registrado en otros municipios, se concentran desde finales del año pasado en Tecpatán y Ostuacán.

En los recorridos en lancha a lo largo del río se descubren los rostros de desesperación de miles de damnificados. En decenas de pueblos y aldeas, las lágrimas brotan de inmediato.

La subsecretaría de Protección Civil asegura que en estos municipios 307 casas están anegadas, pero recorriendo la zona se pueden contar más de medio millar.

Las autoridades saben que eso está ocurriendo en al menos 22 comunidades de Tecpatán y 11 de Ostuacán, aunque temen que en las siguientes semanas 13 más sufran inundaciones.

Lo anterior estaba previsto, confiesa un ingeniero de la Comisión Federal de Electricidad, quien añade que la presa hidroeléctrica Malpaso desfoga 220 metros por segundo, mientras que en el canal abierto en la montaña colapsada en la desaparecida aldea Juan del Grijalva, pasan 205 metros por segundo.

El canal se sigue erosionando con el paso del agua.

La contingencia se prolongará entre cuatro y seis meses que será cuando los niveles del río comiencen a descender.

Pero, entonces, la época de lluvias estará cerca.

El sólo hecho de mencionarlo influye de inmediato en el ánimo de la población: “Es como si Dios o la naturaleza no quisieran castigar”, dice José, un habitante de la zona.

Él es un pescador que en repetidas ocasiones ha regresado en una lancha para sumergirse en las aguas del Grijalva que aprisionan su casa, y sacar del oscuro fondo sus herramientas de trabajo.

Y lo ha logrado.

Su casa de madera con techo de lámina estaba en la comunidad Roberto Barrios, tenía dos corrales, uno con cerdos y otro con pollos, que su esposa vendía en el mercado.

La suerte les depara un futuro incierto, lo saben.

Algo parecido le pasa a David Vázquez. Él no imagino “los alcances de la inundación” que, afirma, ha destruido “cientos de casas y miles de hectáreas de cultivos”.

“Nunca pensamos que fuera Chiapas el que se inundaría otra vez. Las lluvias, el tapón en el río Grijalva nos hacían suponer que Tabasco iba ser el afectado, pero no es así”, manifiesta.

Los números de la tragedia le dan la razón. En Chiapas, las inundaciones acabaron con la vida de 36 personas: un pescador, 25 por el deslave de Juan del Grijalva y otros diez en diferentes municipios.

El clima pesado, anegado, el clima de tristeza, se percibe desde que uno cruza las casetas de cobro de Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, hacia Raudales Malpaso. Aquí, el transporte público disminuyó el número de corridas. Ocurre que en esta región hay comunidades donde sólo se puede acceder a pie o en lanchas.

En la zona restaurantera de Raudales el agua casi llega al Puente Chiapas y el río Grijalva ha entrado a los comercios, lo que ha ahuyentado a la clientela.

Según las autoridades, en Raudales Malpaso, una de las comunidades más importantes de Tecpatán, hay unos seis mil damnificados. La mitad está en albergues y la otra mitad permanece con familiares.

Y la contingencia no termina. En las siguientes horas entrará el frente frío 21, por lo que el gobierno estatal mantiene la alerta.