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El agua y las contradicciones

Fuente: El Siglo de Durango 7 de mayo de 2008

El tema del agua siempre desatará polémicas y más cuando ese elemento hace falta, cuando se padecen en las comunidades rurales y los grandes centros urbanos los estragos de la sequía. Son muchas las voces que hablan fatídicamente de lo que pasará en el futuro como consecuencia del calentamiento global. Habrá escasez o total ausencia de lluvias, bajará el nivel de los cuerpos de agua superficiales entre los que se encuentran mares, lagos, ríos y lagunas. Otra de las consecuencias es que las reservas de agua del subsuelo bajarán en forma sustancial por la no recarga y la sobreexplotación que ya se hace de los mantos freáticos. Los desperdicios de agua que se tienen en los grandes centros urbanos como en el medio rural son exagerados y preocupantes; por un lado, los habitantes de las grandes urbes no han logrado hacer conciencia de la necesidad que hay de cuidar el agua y siguen lavando el coche con grandes chorros de agua potable, se desperdician millones de metros cúbicos en regar jardines y en los sanitarios. En el campo, en las escasas zonas donde tienen agua, hacen poco caso de ella y solamente se quejan en las regiones en donde las lluvias no han sido benéficas como es el caso de varios municipios de Durango en donde se carece de agua hasta para el consumo humano, ya no se diga de la que se necesita para los cultivos o para sostener al ganado. La crisis generada por la escasez de agua es grave, eso todo el mundo lo sabe y en cierta medida lo ha padecido, por lo que suenan alentadoras las declaraciones del gobernador Ismael Hernández Deras, quien en el marco de la visita del director general de la Comisión Nacional del Agua José Luis Luege Tamargo da a conocer que en Durango se invierten más de dos mil 200 millones de pesos en obras de infraestructura hidráulica. Según el Gobernador, “no hay patrimonio que valga si no hay agua” y anunció el Programa Hídrico 2030 que fue puesto como ejemplo nacional por el Director de la Conagua. Durante la visita de Luege Tamargo ayer a Durango, se explicó que Durango, a diferencia de otras entidades, se subió al carril correcto para resolver no solamente el desabasto de agua, sino su saneamiento, de tal manera que en corto plazo podrá estar en condiciones de extraer el mismo volumen que recarga los mantos acuíferos, logrando el equilibrio que mantenga la sustentabilidad y, por ende, garantice el suministro a futuro. Los más de dos mil 200 millones de pesos que invertirá el Gobierno del Estado en obras de infraestructura hidráulica se indica que serán por etapas; en 2004 se invirtieron 73 millones de pesos y en el 2008 se rebasarán los 900 millones de pesos, para sumar los más de dos mil 200 millones de pesos en los últimos tres años. Se repite, son cifras alentadoras y da gusto escucharlas, pero al parecer algo no cuadra, ya que el diputado de extracción priista, Fernando Ulises Adame de León, oriundo de San Juan de Guadalupe, parece no estar de acuerdo con esas declaraciones, ya que ayer mismo hizo severas advertencias sobre las consecuencias que se tienen en varios municipios de la Comarca Lagunera como consecuencia de la falta de agua y una grave sequía que se padece desde hace varios años. Adame de León habla con palabras catastrofistas para describir la realidad que se vive en San Juan de Guadalupe, Cuencamé, Tlahualilo y otros cinco municipios de la zona del semidesierto lagunero. Dice que la ciencia ficción que pintaba un futuro con cataclismos que marcarían el fin de la humanidad al parecer ha llegado, sólo que en lugar de los cataclismos es la sed lo que está matando a los pueblos. El diputado pinta un negro panorama, un panorama en donde no se mencionan las inversiones millonarias que anunció ayer el gobernador Ismael Hernández Deras; algo no checa en los anuncios del jefe del Ejecutivo y el legislador. Esperemos que sea Ismael quien tenga la razón.