Achican invasiones cauces de ríos

03 agosto 2010

Pierden 50% de su capacidad de conducción de agua; culpan a autoridades 

1 de agosto de 2010
Fuente: Reforma
Por Adriana Alatorre

Los cauces de prácticamente todos los ríos en México han disminuido a la mitad su capacidad de conducción de agua por invasiones y malas políticas de desarrollo urbano, incrementándose así el riesgo de inundaciones, advirtió Felipe Arreguín, director técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

El problema, afirmó en entrevista, afecta tanto a ríos sin sistemas de control de avenidas, como a los que cuentan con presas, e incluso a los que han sido entubados.

“Todos los ríos han reducido su capacidad en un 50 por ciento. Esto nos está llevando a problemas de inundaciones, resultado de la combinación de una menor capacidad de los ríos y un aumento de caudal. Es como si tratáramos de hacer calles más pequeñas, cuando sabemos que el número de autos está creciendo. Los autos pueden frenarse, pero el agua no”, apuntó.

En el caso de los cauces con presas, alertó, la invasión de los cauces disminuye la capacidad de desfogue e incrementa el riesgo de inundaciones.

La presa Falcón, en Tamaulipas, ejemplificó, está diseñada para derramar hasta 13 mil metros cúbicos por segundo, pero actualmente sólo puede desalojar 2 mil de forma segura por la ocupación del cauce del río Bravo por asentamientos y obras de infraestructura.

En tanto, agregó, la presa Peñitas, en Chiapas, cuenta con capacidad de descarga de 12 mil metros cúbicos por segundo, pero sólo puede desfogar mil 400, por ocupación del cauce del Grijalva.

Arreguín indicó que, por su menor valor, los terrenos bajos e inundables han sido objeto, por décadas, de ocupaciones por parte de sectores de bajos ingresos.

Existe además, comentó, la percepción equivocada de que los terrenos que no están inundados permanentemente pueden ser “ganados” para la construcción de viviendas.

“Con las invasiones, le quitamos a los ríos la capacidad de conducción al obstruir o desviar los cauces, y al mismo tiempo provocamos que lleven más agua, porque ya no existe capacidad del suelo para infiltrar el líquido que se derrama”, explicó.

En una presentación realizada la semana pasada, el funcionario señaló que existen dificultades técnicas, legales y políticas para reducir el riesgo de inundaciones provocado por la ocupación de cauces.

“Hemos perdido capacidad para la evaluación y determinación de riesgos fluviales, aludes o flujos con una alta concentración de lodos”, admitió.

“La regulación del territorio y la administración de riesgos por inundaciones se encuentra establecida en varias leyes y corresponde a distintas instituciones de los tres niveles de gobierno, lo que hace difícil su aplicación”.

Por otra parte, consideró, las autoridades estatales y municipales casi nunca visualizan riesgos que vayan más allá de su periodo de gestión, y toman decisiones como la de dotar tierras en zonas inundables sin evaluar los efectos en el mediano y largo plazos.

Limitadas

Capacidad de descarga de algunas presas limitada por las invasiones. (m³/s)

Capacidad máxima de la obra de demasías Capacidad aguas abajo sin afectaciones
Josefa O. Domínguez 1,870 200
Temascal (Oaxaca) 5,550 2,000
Peñitas (Chiapas) 12,000 1,400
Falcon (Tamaulipas) 13,000 2,000
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