Escasez de agua en la Zona Metropolitana del Valle de México: problemas, retos y alternativas
01 abril 2021Redacción: agua.org.mx
Imagen: agua.org.mx
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la escasez del agua afecta al 40% de las personas en el mundo y se proyecta que esta situación aumente, entre otros factores, por el cambio climático[1].
En las últimas semanas gran parte de México y de sus principales ciudades han sufrido una reducción en el suministro de agua potable producto de la sequía que se extiende por el territorio nacional. Actualmente, de los 2,463 municipios del país, 1,104 presentan sequía de moderada a excepcional, 590 tienen condiciones anormalmente secas y 769 se encuentran en condiciones normales[2].
La situación de escasez de agua tiene impactos más drásticos en el centro del país debido a sus características demográficas, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), que comprende a la Ciudad de México, el Estado de México y un municipio del estado de Hidalgo, alberga a más de 20 millones de personas, lo cual implica un gran reto para abastecer de agua a toda la población ante los escenarios de escasez actuales y futuros[3].
Los flujos de entrada de agua a la ZMVM son principalmente tres [4]: 1) Más de 600 pozos que extraen agua del acuífero del Valle de México, actualmente sobre-explotado . 2) El agua proveniente de las cuencas del Lerma y Cutzamala, que requiere ser bombeada 1,100 metros sobre el nivel del mar, y cuyas presas actualmente están en los niveles de almacenamiento más bajos de las últimas dos décadas. 3) Manantiales y ríos de la cuenca del Valle de México, los cuales, suelen ser receptores de aguas grises y negras[5].
Reconociendo los retos que impone el cambio climático, la densidad poblacional y la crisis del modelo de gestión de agua en la ZMVM, pese a todos los avances tecnológicos y grandes obras de infraestructuras, resulta necesario transitar hacia una nueva cultura del agua. Esta tiene que buscar el incremento en la eficiencia del uso del líquido para las actividades económicas, procurar el mantenimiento de la infraestructura hídrica para evitar fugas de agua, promover consumos moderados y responsables, pero socialmente justos, incrementar significativamente los volúmenes de agua residual tratada y su reúso, evitar un impacto negativo sobre los ecosistemas y, sobre todo, promover el uso de alternativas para el abastecimiento de agua, como la captación de agua de lluvia y otras soluciones basadas en la naturaleza.
[1] Organización de las Naciones Unidas (ONU). Escasez de agua. Recuperado de: https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/goal-6-clean-water-and-sanitation
[2] Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). 2021. Monitor de sequía de México. Marzo de 2021. Recuperado de: https://smn.conagua.gob.mx
[3] Oberazbacher et al. 2021. Derecho al agua. Revista Institucional de la Defensa Pública. Recuperado de: https://www.mpdefensa.gob.ar/publicaciones/revista-25-derecho-al-agua
[4] Delgado, G. 2016. Metabolismo urbano y ecología política del agua en el Valle de México. En Álvarez, L. (coord.). Ciudadanía y nuevos actores en las grandes ciudades. México: UNAM/CEIICH/ UAM/Juan Pablos Editor, 103-136.
[5] Escolero, O. et al. 2016. Diagnóstico y análisis de los factores que influyen en la vulnerabilidad de las fuentes de abastecimiento de agua potable a la Ciudad de México, México. Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana. Volumen 68, núm. 3, 2016, p. 409‒427.