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Acueducto requiere atención urgente tras dos décadas de funcionamiento: SIAPA

01 junio 2011

• La UNAM avaló estudio de la segunda línea Guadalajara-Chapala
• El organismo ya presentó a los alcaldes ribereños los argumentos técnicos del proyecto que traería más agua a la ciudad

01 de junio de 2011
Fuente: Informador 

 

Para el SIAPA, el principal enemigo de lago de Chapala es la evaporación, por lo que se justifica el nuevo acueducto. E. PACHECO

 

GUADALAJARA, JALISCO (01/JUN/2011).- En 1991 se puso en marcha el primer Acueducto Guadalajara-Chapala; sin embargo, su concepción ocurrió en enero de 1984, cuando corría la administración del gobernador Enrique Álvarez del Castillo. En ese entonces, la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) realizó un acuerdo de coordinación con el Gobierno estatal para “formular y ejecutar el programa hidráulico”, que trajo el Acueducto Guadalajara-Chapala.

Tras el inicio de obras, el acueducto comenzó a operar en 1991. Pero la estructura naciente quedó “incompleta”, ya que el segundo tramo estaba proyectado desde un inicio, aunque su construcción se pospuso tanto por cuestiones presupuestarias como por la situación que atravesaba el lago en esos tiempos. Los trámites para liberación de suelo en los ductos paralelos se realizaron desde entonces.

Previo al primer acueducto, Guadalajara recibía agua de Chapala a través del Canal de Las Pintas. Esta operatividad no fue tan óptima debido a que, al ser un ducto expuesto, perdía mucha agua en su recorrido. Además, era y sigue siendo susceptible al clandestinaje.

Por ello es que el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) ha elaborado un documento técnico que, según menciona, prueba que el nuevo acueducto no sólo no traerá perjuicios marcados a la comunidad ribereña sino que beneficiará “enormemente” a la sociedad tapatía, toda vez que permitirá darle el mantenimiento que se merece a un ducto con 20 años en función ininterrumpida.

En la defensa de este proyecto, destaca que el crecimiento demográfico por el cual atraviesa la metrópoli demanda mayor cantidad de agua. Además, “la conducción (actual) presenta serias deficiencias que la hacen inadecuada para propósitos de suministro de agua potable”, afirma el titular del SIAPA, José Luis Hernández Amaya.

El acuerdo alcanzado con la SARH (hoy Comisión Nacional del Agua, Conagua) en 1984, permite la edificación de una “primera etapa” de acueducto para extraer 7.5 metros cúbicos por segundo (siete mil 500 litros) al Lago de Chapala, cuando a la fecha sólo se extraen 5.29 metros cúbicos.

Esto es, el acuerdo original contemplaba una extracción de agua (vía los dos acueductos) de 236 millones 520 mil metros cúbicos al año. Hoy, Guadalajara sólo ha utilizado un promedio de 166 millones 825 mil 440 metros cúbicos en los últimos 10 años, por lo que hay un déficit de 69 millones 694 mil 560 metros cúbicos.

“En ese entonces, la SARH  analizó la conveniencia de construir la segunda conducción inmediatamente después de terminarse la primera. La construcción del acueducto se justifica por la economía comparativa con otros proyectos para suministrar agua de calidad a la ciudad”.

Intervención académica

Para dar mayor sustento a un segundo acueducto, el SIAPA solicitó la intervención del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que realizó una serie de investigaciones y mediciones al interior de la tubería actual en octubre del año 2000.

Los resultados del estudio revelaron incrustaciones importantes, que mermaban las condiciones hidráulicas de esa línea. Por ello se hizo una limpieza interna, aunque mínima, toda vez que realizar una intervención detallada devendría en afectaciones para 58% de la población metropolitana por 15 días, lapso durante el cual no habría una sola gota de agua.

Tras la rehabilitación de un pequeño tramo, se percibió que hubo una mejoría notable en el bombeo del vital líquido. Sin embargo, aún es requerido que la totalidad del ducto sea sometida a esta intervención.
“El acueducto complementario permitirá acciones de mantenimiento y, con ello, obtener un incremento de flujo disponible y aprovechar la capacidad total, que todavía no alcanza Guadalajara (es decir, 7.5 metros cúbicos por segundo)”.

De acuerdo con el texto, que obra en manos de los alcaldes ribereños que se oponen al proyecto, una segunda línea de conducción “es la alternativa más rápida, económica y segura para garantizar el abasto de agua, para atender el incremento de colonias y fraccionamientos, y cubrir el déficit que se tiene de tres metros cúbicos por segundo”.

Opera con lo mínimo indispensable

Las condiciones actuales bajo las cuales opera el SIAPA son las “mínimas indispensables” para abastecer de agua la metrópoli. De acuerdo con José Luis Hernández Amaya, el modelo de ductos paralelos para el traslado de agua existe “en todas las ciudades del mundo”, y su propósito es “tener versatilidad de conducción”, lo que en Guadalajara no existe.

Además, explica, “en las últimas tres administraciones federales y estatales no se ha materializado proyecto (hídrico) alguno para la ciudad. El acueducto (II) se descontinuó por los bajos niveles de Chapala de ese entonces, y se vio en la necesidad de ver al Río Verde como fuerte alterna de abastecimiento”.

La intención es que ambas fuentes se complementen entre sí, y que al contar con la planta derivadora de El Purgatorio (que a su vez usaría agua de la Presa El Zapotillo, actualmente en construcción), ésta aporte el líquido en caso de que Chapala se encuentre en niveles bajos. Esta, dijo, sería la política de operación para cuando ambos proyectos se hallen en funcionamiento.

Telón de fondo

Las justificaciones

Con base en el documento que justifica el proyecto (que en su portada expone la leyenda: “Sí al Lago de Chapala, ¡El lago somos todos!”), el Acueducto II es la alternativa más rápida porque ya hay trabajos previos de excavación y se dinamitaron las zonas rocosas, por lo que el paso de un ducto paralelo está “limpio”.

“Es la opción más económica” por los trabajos realizados y porque los terrenos  de la franja de 42.3 kilómetros que mediría la tubería ya se han adquirido. A ello se suma que se aprovecharía la actual tecnología.

Finalmente, es considerada como la elección “más segura” porque “no existe la problemática de perjudicar a terceros por su ejecución”.

El SIAPA prevé que, al comenzar las obras, estas permanecerían en actividad sólo un año y medio. Después, el nuevo ducto entraría en operación, lo que automáticamente acabaría con la operación del sistema Atequiza-Las Pintas, pues tal fue el acuerdo inicial.

Se estima que el nuevo acueducto tenga un costo de dos mil millones de pesos; estos recursos serían cubiertos por el Fondo Nacional de Infraestructuras (Fonadin); incluso, se contempla la participación privada.

El texto redactado por los especialistas del SIAPA señala que una segunda línea de conducción reduciría sustancialmente los costos en el consumo de electricidad, pues se contempla ya un proyecto para generar energía hidroeléctrica, a partir de la caída natural en la descarga del acueducto al tanque de entrega. Se estima que ahí se generarían 10 millones de kilowatts/hora al año.

Añade que el Acueducto II permitiría “un manejo más eficiente de las otras fuentes de abastecimiento” en la ciudad, pero sobre todo “permitirá recuperar los niveles de los mantos acuíferos subterráneos al dejar de operar los sistemas de pozos en la Zona Metropolitana”.

Ficha técnica

-El Lago de Chapala mide 80 kilómetros de largo por 18 de ancho; además tiene una profundidad de 10 metros.

-De acuerdo con el SIAPA, es “una lámina de agua totalmente expuesta al Sol”, que pierde una vasta cantidad de líquido al año por causa de la evaporación.

-Cada centímetro que pierde el vaso lacustre representa 11 millones 160 mil 340 metros cúbicos. En 2010, la ciudad de Guadalajara requirió de 178 millones 990 mil 991 metros cúbicos; es decir, 16 centímetros del lago, que la semana pasada reportaba un descenso de un metro con 30 centímetros.  

-La concesión que otorgó la Conagua al SIAPA le permite una extracción anual de 236 millones 520 mil metros cúbicos, que de cumplirse con el nuevo acueducto representarían cinco centímetros adicionales; esto es, un promedio de 21 centímetros del espejo se dirigirían cada año a uso humano.

-En 2009, la pérdida de agua en Chapala ascendió a mil 417 millones 412 mil metros cúbicos, casi 10 veces más de la que se dirigió a la metrópoli. De extraer lo que se tiene permitido por las instancias federales (235 mm3), apenas representaría 16% de la cantidad que “se va al Sol”.

-En 2010, las pérdidas fueron de mil 271 millones 384 mil metros cúbicos. Cumplir con la concesión apenas llegaría a 18.6% de ese total.

FUENTE: SIAPA

“No le sacarán una gota más”

Alcaldes ribereños, en rotunda oposición

La comunidad ribereña se ha pronunciado en oposición a la puesta en marcha de un nuevo acueducto. Desde su óptica, el nivel del lago se vería fuertemente afectado si este proyecto viera la luz.

Los alcaldes de prácticamente todos los municipios que circundan el vaso lacustre: Chapala, Jocotepec, Poncitlán, Ocotlán, Jamay, Briseñas, Tizapán, Tuxcueca, Régules y V. Carranza, han mostrado su rechazo, aunque aceptan que únicamente basan su discurso en la apreciación ciudadana, no así en análisis técnicos.

Luego de la multitudinaria manifestación del pasado lunes 16 de mayo, los ediles que encabezaron el movimiento dirigieron su camino al Congreso del Estado. Allí, solicitaron diálogo con el diputado Héctor Álvarez Contreras, y éste a su vez convocó a los medios de información para ofrecer una rueda de prensa. En ella, una dama residente de la Ribera de Chapala rompió en llanto al recordar que su esposo se vio obligado a emigrar a Estados Unidos para darle sustento a su familia, luego de la crisis que padeció el lago en 2002. En este tenor, refirió que “no le desea lo mismo a otras familias”, por lo que se dijo completamente en oposición al nuevo acueducto.

El legislador blanquiazul expuso que ciertas asociaciones civiles le han informado que 50% del agua que va a Guadalajara se pierde en labores agrícolas y agropecuarias, de manera clandestina. No dio mayores detalles, pues prometió que “trasladaría a los medios” para que lo corroboraran.

Consultado sobre este aspecto, el director del SIAPA expuso que, si bien el Canal de Las Pintas es enteramente susceptible de este tipo de actos, el panorama en el Acueducto Guadalajara-Chapala es completamente opuesto.

“El acueducto existente no tiene ninguna derivación. Todo lo que tiene son válvulas expulsoras de aire, dispositivos de conducción para sacar o admitir el aire en caso de algún paro, entradas hombre para inspección, pero no hay derivación ni clandestinaje”.

Los grupos en protesta también recalcaron que no se contempla un segundo acueducto sino un tercero, ya que el Canal de Las Pintas cumple con esta misma función. Ante esto, el SIAPA revira que al ponerse en marcha el nuevo ducto, el sistema de irrigación de agua a través del referido canal sería descontinuado con carácter de inmediato.

Para saber

-De enero de 2010 a la fecha, la ciudad ha crecido en cantidad de forma importante. Datos del SIAPA señalan que en ese lapso se agregaron 71 colonias y 34 fraccionamientos a la red hídrica de la metrópoli, lo que demanda 824 litros por segundo adicionales; de hecho, en sus puntos más álgidos, registrados este mes, Guadalajara hizo uso de más de 10 mil litros por segundo, lo que el organismo no podría procurar de no ser por la rehabilitación a que fue sometido el Canal de Las Pintas y la conclusión del Acuaférico.

-De hecho, fue por esta razón que se decidió en marzo pasado el sistema de rotación del servicio, lo que afectó a 47% de la población tapatía (un millón 615 mil habitantes) por dos meses de tandeos.