Agua: el negocio mundial

31 marzo 2010

31 de marzo de 2010
Fuente: Finanzas

La gestión del agua para consumo humano se ha convertido en los últimos años en un negocio estratégico que cada vez tiene más peso en el sector privado, en detrimento del sector público.

En 2015 las empresas privadas abastecerán agua al 16% de la población mundial, frente al 12% actual. Inglaterra y Francia ya se consideran buenos ejemplos de mecanismos de fijación de precios equilibrados que permiten ofrecer servicios completos y de calidad a precios aceptables. Y en España son buen exponente de esta tendencia Agbar y Canal de Isabel II, que saldrá a bolsa proximamente.

Los grandes fondos de inversión internacionales ya se dieron cuenta hace tiempo del alto potencial que representa el negocio de depuración, mantenimiento y suministro de agua potable a la población. La firma suiza Pictet fue pionera en apostar por este mercado, con la creación en el año 2000 de su fondo Pictet Water. A los 10 años de su creación, Pictet Water es un vehículo con más de 2.415 millones de patrimonio que trabaja sobre un universo de inversión que incluye compañías con una capitalización bursátil de 500.000 millones de dólares en 2009, según Gobal Water Intelligence.

Precisamente, los responsables de Pictet Water están estos días celebrando conferencias en las principales capitales europeas, para explicar a los pequeños inversores la estrategia y el evolución del fondo. Madrid acogerá a Philippe Rohner, gestor de Pictet Funds Water, el próximo 7 de abril en la Fundación Canal de Isabel II. El evento, abierto a todos los pequeños inversores, contará con la presencia de Rengifo, director general de Pictet Funds en Iberia y Latam y la participación de Luis Castillo, presidente de Acciona Agua. Pictet Water incluye cuatro segmentos que combinan estabilidad y crecimiento: suministro e infraestructuras, tratamiento y tecnología, servicios medioambientales y agua embotellada.

Según Philippe Rohner, el tratamiento de aguas residuales puede crecer más rápido que el suministro de agua potable. La mayoría de ese crecimiento puede provenir del sudeste de Asia. De hecho los mercados emergentes probablemente mostrarán tasas de crecimiento más altas que Europa y América del Norte (donde las infraestructuras de agua está muy deterioradas pero no son prioridad).

El crecimiento de la población en los países emergentes y la necesidad de renovar unas instalaciones obsoletas y adaptarse a las nuevas normativas en las economías occidentales van a propiciar una fuerte avalancha de inversiones en esta industria. Hasta 2030, se necesitará una inversión global en infraestructuras de cerca de 41 billones de dólares. China ha declarado que el agua es un recurso estratégico y tiene previsto invertir miles de millones en este tipo de infraestructuras. En el Viejo Continente, los expertos prevén que el endurecimiento de normativas dará lugar a inversiones en instalaciones y tecnologías cercanas a los 350.000 millones de euros entre 2006 y 2025. Por su parte, en EE. UU. se espera 900.000 millones de dólares (660.000 millones de euros) se destinen a este sector hasta el año 2019.

Dadas las dificultades presupuestarias que atraviesan los Estados por los planes de rescate y de impulso económico que han tenido que realizar, los expertos creen que, sin embargo, muchos países, con niveles sin precedentes de deuda, no van a tener más remedio que confiar estas inversiones y la gestión posterior del suministro a las compañías privadas. Se trata de un mercado con un volumen de negocio anual de 260.000 millones de dólares que crece al siete por ciento anualmente.

“Estrés del agua”

A estos datos, se añaden las terribles conclusiones que se comunicaron en la reciente celebración del Día Internacional del Agua. Sólo 0,25 por ciento de reservas de nuestro planeta “azul” es utilizable directamente por la población. El resto es mar, glaciares y residuales. Además, las zonas muy pobladas y con mayor crecimiento están en las regiones más calientes y áridas del globo. Los sistemas de abastecimiento deben recorrer grandes distancias y no resulta barato. Las reservas están sobre-utilizadas, contaminadas y desperdiciadas. En otras palabras hay “estrés del agua”. Según datos de UNICEF más de 1.100 millones de personas carecen de agua limpia y 4.000 millones de aguas residuales. Según Naciones Unidas, en 2002 el 8% de la población mundial sufrió escasez de agua. Para 2050, el 40 por ciento de la población (4.000 millones de personas) tendrán carencia de agua en medio del cambio climático.

Los expertos de Pictet Water afirman que la gestión privada -mediante consorcios a largo plazo con empresas públicas- permitirá ahorrar un 30% de los costes que supone ahora la gestión con empresas públicas. Los analistas señalan, además, que que estos acuerdos de gestión a largo plazo garantizan una gran estabilidad en el negocio de estas compañías concesionarias y unos ingresos recurrentes muy previsibles, al igual que suceden con distribuidores energéticos como Enagás o Red Eléctrica.

En este aspecto influirá también el paquete de estímulo económico aprobado por la Administración Obama en EEUU, que contempla una inversión aproximada de 11.500 millones de euros para infraestructuras relacionadas con el agua. Según Philippe Rohner, co-gestor de Pictet Water, empresas como Insituform, el gigante estadounidense de rehabilitación de cañerías, con casi medio billón de euros de capitalización bursátil, podrían salir muy beneficiadas de estas inyecciones de fondos.

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