Ciudad de México  (19 abril 2012).- La primera etapa de la obra hidráulica más grande del sexenio, que representa la cuarta ruta de evacuación de las aguas negras del Valle de México, el Túnel Emisor Oriente, comenzará a operar en 2013 y no este año como ofreció el Gobierno federal, expuso el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

“Está descartado que los primeros 10 kilómetros del TEO se abran el próximo mes, para que ayuden a desalojar las lluvias que inician en mayo; el primer tramo lo entregarán en noviembre o diciembre, y será útil para la Ciudad hasta las lluvias de 2013”, apuntó el director del organismo, Ramón Aguirre.

Después de la construcción del Gran Canal del Desagüe en 1900 y el Drenaje Profundo en 1975, el TEO es una obra necesaria para aumentar la capacidad metropolitana de desalojo, pero estará completo hasta 2015, indicó.

Mientras tanto, en tres semanas concluirá la reparación que se realiza al Drenaje Profundo desde los cuatro años recientes –con mil 550 millones de pesos invertidos– para que el ducto subterráneo sea reabierto y comience a desalojar las lluvias que, estadísticamente, inician el 15 de mayo, planteó Aguirre.

“Por el hundimiento ocasionado por la excesiva extracción de agua, el Gran Canal, la otra salida principal, perdió capacidad de desecho, hubo que rehabilitarlo con cuatro grandes sistemas de bombeo desde 2007 para usarlo mientras dejábamos en seco y reparábamos, durante las temporadas sin lluvia, el Drenaje Profundo.

“Antes de ingresar al Drenaje Profundo en 2009, hubo que construir 155 compuertas para aislarlo y colocar bombas para limpiar las filtraciones (…). Después de un recorrido con una lancha tripulada a distancia y equipada con video, se detectaron 47 kilómetros con daños mayores, con tramos por reconstruir, otros en donde la base llamada cubeta o el techo denominado clave, estaban afectados por el arrastre de arenas y los gases generados por las aguas negras”, recordó.

Al interior del ducto se colocaron recubrimientos analizados por el Instituto de Ingeniería de la UNAM para reducir la corrosión y preservar en los siguientes 20 años el flujo sobre las paredes internas.

Mantener la capacidad de evacuación es una tarea constante que requiere desde desazolve de las presas de regulación, hasta reparar bombas averiadas en colonias y cuya falla ocasiona inundaciones locales, expuso.

“Faltan 15 kilómetros, de un total de 169, para que recupere toda su funcionalidad; por lo pronto, con el ducto principal en operación, queda cancelada una inundación mayor en el Centro Histórico y el Aeropuerto”, aseguró Aguirre.

Atienden pendientes en drenaje

Otros 15 kilómetros pendientes de reparar en el Drenaje Profundo comenzarán a rehabilitarse antes de concluir esta administración, con una inversión de 94 millones de pesos, informó Aguirre.

“Hacer las tareas de mantenimiento permanente corresponderán al próximo Gobierno, pero los 15 kilómetros con afectaciones menores, todavía pendientes, los comenzaremos con recursos ya asignados”, comentó.

Entre las tareas por completar figuran la adecuación geométrica del área de desfogue en el portal en donde descarga el último tramo del Drenaje Profundo, el Emisor Central, en el Estado de Hidalgo.

También será rehabilitado el Emisor Poniente, aunque falta una obra federal para construir otro ducto en paralelo al existente y el cual ya reventó en Valle Dorado, comentó Aguirre.

Antes de entrar en operación el primer tramo del Túnel Emisor Oriente, deberá terminarse la planta de bombeo Casa Colorada profunda, con la cual el caudal desalojado por la Ciudad de México será entregado al Gran Canal, en la parte en donde ya no está afectado por el hundimiento de la Ciudad.

En la medida que prosiga el crecimiento de la metrópoli, será necesario realizar más obras de drenaje, concluyó.