Biodiversidad amenazada en África: protegiendo la cuenca del río Zambezi

11 junio 2012

11 de junio de 2012

Fuente: periodistas-es.org

Durante su infancia en Mozambique, José Chiburre desafiaba a menudo a sus amigos a una competencia de natación en el río Incomati. Eran los años 70 y ese curso fluvial tenía 300 metros de ancho en la temporada seca. Si lo hiciera ahora, la carrera terminaría antes de empezar.

El río Zambezi sigue los pasos del Incomati: “En aquellos días nadábamos y competíamos entre nosotros, pero ya no lo podemos hacer porque los niveles del agua son muy bajos en la temporada seca”, explica Chiburre.

Hace 40 años, el Incomati atravesaba en todo su esplendor el distrito de Magudi, en Maputo, donde creció Chiburre. Tenía más de 700 metros de ancho durante la estación húmeda. En la actualidad, excepto cuando hay inundaciones extremas, el río se amplía a poco más de la mitad de esa medida cuando llueve, y se convierte en apenas un hilo de agua durante el periodo seco.

Chiburre, quien ahora trabaja como investigador ambiental en la cuenca del Zambezi, atribuye la baja de las aguas del Incomati a la mayor demanda río arriba, donde miles de recién llegados extraen el líquido para irrigación, uso doméstico y para el ganado.

El menguado río ya no puede mantener la rica biodiversidad acuática que dependía de él. La palma Raphia australis, endémica del lado mozambiqueño del río Incomati, está al borde de la extinción, mientras que varias especies de aves, como la grulla carunculada, la golondrina azul y el picabueyes piquigualdo han sido clasificadas como amenazadas.

Aunque otras especies se aferran a la vida en otras partes, el río Incomati es el único hábitat del Raphia australis.

Otros animales amenazados en esa cuenca son el antílope ruano y el perro salvaje africano.

Chiburre trabaja para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Lusaka, Zambia, donde está al frente del Programa Conjunto de Flujos Ambientales de la Cuenca del Río Zambezi.

Mantener los flujos ambientales -la cantidad, calidad y ciclos anuales del agua necesaria para sostener el ecosistema de un río- es una de las prioridades de la Comisión del Curso Hídrico del Zambezi (Zamcom), organización responsable de coordinar el manejo del agua en toda la cuenca, que es compartida por Angola, Botswana, Zambia, Zimbabwe, Malawi, Tanzania y Mozambique.

Actualmente se intenta que todos los involucrados participen, “para ver si es posible establecer flujos ambientales en la cuenca del río Zambezi”, dijo a IPS.

La primera fase del programa, que concluirá este mes, se centra en establecer datos básicos para tres de los estados de la cuenca: Zambia, Zimbabwe y Mozambique. La segunda fase incluirá a los demás países.

Como usuarios del agua, “realmente le prestamos muy poca atención al ambiente, en comparación con los otros usuarios”, dijo Chiburre.

Uno de los impactos inmediatos de esta falta de atención en el Zambezi ha sido el desecamiento de algunos pantanos, particularmente los del bajo Zambezi, en Mozambique: “Se están secando debido a la falta de agua”, señaló Chiburre.

Los habitantes de las llanuras del Zambezi también han informado de menores rendimientos, dado que menores inundaciones de las correspondientes a la temporada afectan la cantidad de agua y de sedimentos ricos en nutrientes que se depositan cada año: “La naturaleza requiere agua para su integridad, especialmente los ecosistemas que dependen directamente” de ese líquido, dijo Chiburre a IPS.

“Así que si no se implementan los flujos ambientales, se daña el tejido social. La gente recurre a prácticas insostenibles para la supervivencia, y esto genera conflictos, ya sea con la naturaleza o con otros seres humanos”, sostuvo.

“Además, estas son las especies que llevan equilibrio ecológico al ecosistema. Son la base para la vida de la población. La gente vive de esas plantas y animales, e interactúa con ellos equilibrando la naturaleza”, agregó.

Michael Mutale, secretario ejecutivo de Zamcom en Gaborone, dijo que el Programa Conjunto de Flujos Ambientales de la Cuenca del Río Zambezi es parte integral del objetivo de la Comisión de mejorar el manejo efectivo de los recursos naturales para el desarrollo sostenible.

“Estamos buscando manejar las funciones ecológicas y económicas de los pantanos, controlar la contaminación del agua desde fuentes puntuales, controlar hierbas acuáticas, así como promover el manejo sustentable de las pesquerías con la mira puesta en la seguridad alimentaria regional, que es donde el programa se vuelve muy efectivo”, explicó.

Hay muchos factores -represas, agricultura, minería- que impactan sobre los flujos del poderoso Zambezi, pero este todavía no ha sido transformado al mismo grado que el Incomati. Y los recuerdos de un niño que creció en el distrito de Magudi pueden ser una de las claves para proteger la integridad de este río de 3.000 kilómetros.

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