Cambio climático alcanza a Jalisco; prevén aumento de temperatura

19 abril 2016

El lago de Chapala, en Jalisco, se ha visto afectado, por la sobreexplotación de los mantos acuíferos. Foto tomada de Excélsior

Para verano pronostican temperaturas de 40 grados en promedio. Expertos meteorológicos advierten que para el 2050, de continuar las escasas medidas para resarcir los daños al ecosistema, incrementará hasta 2 grados.

“Las consecuencias pueden ser de drásticas a muy drásticas. En 30 años estaríamos hablando de dos grados. Hay algunas aproximaciones catastróficas de que en el país podríamos llegar hasta cuatro grados más (de temperatura) ya siquiera impensable llegar a este umbral. No hay planeación urbana, ambiental y económica aparejada en su desarrollo”, advirtió la ambientalista, investigadora de la Universidad de Guadalajara, Raquel Gutiérrez.

Por ello, los cambios vienen a la par con pérdidas de bosques, disminución de agua, pérdida en los niveles de bienestar social e impacto a la salud, porque con los calores prolifera el mosquito que contagia varias enfermedades (dengue, chikungunya y zika)”.

Nosotros lo que estamos haciendo es crecer (construcciones en la periferia), estamos dejando al Bosque de la Primavera como una isla dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Eso es un error.”

Un claro ejemplo de la inconsciencia gubernamental es que a pesar de las advertencias de ambientalistas, la administración estatal anterior construyó las Villas Panamericanas (con una inversión superior a los mil cien millones de pesos) en el Bajío del municipio de Zapopan, zona de recarga de mantos acuíferos.

Hoy observamos un enorme elefante blanco. Los especialistas recomiendan su demolición, “se debe derrumbar, hay que hacerlo, si no lo va a cobrar el medio ambiente a las próximas generaciones”.

Se deben de quitar las Villas Panamericanas y esa área debe seguir fungiendo como ese gran regulador y recarga de agua del Bosque la Primavera, el Bosque de Los Colomos… Se roba terreno al Bosque de la Primavera, se sobreexplota al Lago de Chapala, se contamina la cuenca del Río Lerma-Santiago (una de las más vunerables al cambio climático en el país por ser de las más pobladas) y se invade la Barranca de Huentitán. La lista es interminable.