Cañerías atrofiadas, culpables de las inundaciones

20 mayo 2008

 

 Ocho Columnas

20 de mayo de 2008

Carlos Gómez Mata

El 60% de la capacidad de la red de alcantarillado y de los arroyos estaban obstruidos por llantas, piedras y animales muertos
Durante los temporales de lluvias, con precipitaciones intensas, algunos sectores de la urbe laguense se tornan caóticos y hay sitios cercanos al Centro Histórico donde parecen más aptos para viajar en lanchas que en los automóviles, partiéndose literalmente la ciudad en dos.

Avalanchas. Los habitantes conocen la historia de las grandes avalanchas de agua bajando embravecidas por la arteria de López Cotilla, convertida en un mar, arrastrando incluso vehículos y causando otros destrozos.
También es ya común que los cuerpos de emergencias lleguen al rescate de personas que sufren la inundación de sus viviendas en el Arroyo del Guayabo, no pocas ocasiones cuando el nivel del líquido les ha llegado casi al cuello.

Afectación. El director de Planeación, Desarrollo Urbano y Ecología, (Pladue), Víctor Manuel Camacho, hace referencia al punto por demás crítico, por el cual decenas de viviendas propiedad de gente de este barrio y más abajo, han edificado ahí sus casas desde hace muchos años sin pensar en el riesgo potencial de hacerlo.
La normatividad establece una dimensión del lecho de 10 metros libres de obstáculos para garantizar la fluidez del líquido, pero esto no se cumple. No obstante, ya desde hace algún tiempo se han implantado medidas para al menos asegurar que haya una mejor circulación del agua sin afectación de las viviendas aledañas.

Mapa. Tanto en los documentos coloniales como en mapas del siglo XIX, se poseen las referencias de antiguas ramificaciones de arroyos que canalizaban las precipitaciones de lluvias en los cerros y laderas del noreste, transportándolas hacia el lecho del río Lagos.
Como hubo viejos barrios, ejemplo el de San Felipe, que se fueron conformando de abajo hacia arriba, alineando el caserío a ambos lados del antiguo Arroyo de Triana, el cual más arriba se juntaba con el del Guayabo, actualmente el agua sigue reconociendo dicha topografía con las consecuencias desastrosas para los residentes de estas zonas.
La modernidad ha traído la transformación urbanística con la introducción de la red de drenajes y alcantarillados, pero ni siquiera en la amplia artería de López Cotilla, donde se alojan los enormes volúmenes de agua de lluvia se pensó en su tiempo en la instalación de un sistema exclusivo de drenaje pluvial.
De ese modo, cuando ocurre el taponamiento de alguna alcantarilla, o hay incapacidad de los reducidos ductos para desalojar el agua, se vuelve inevitable la expulsión de las aguas negras hediondas mezcladas con las pluviales. Hacia la vía de Luis Moreno, se localiza otra de las ramificaciones de estas bajadas de arroyos.

Zonas. Y éstos no son los únicos sectores que resienten los embates del agua en las arterias de la urbe y en las viviendas, ya que se incluye a la zona susceptible de inundaciones como es la denominada Otra Banda, donde se ubican las tierras abajeñas que en forma un tanto riesgosa se han ido llenando de fraccionamientos y construcciones.

Vecinos. Los vecinos de las zonas críticas, sobre todo del barrio de San Felipe, igual que otros ciudadanos, coinciden en apuntar hacia el taponamiento de los drenajes con tierra, piedras y basura, como principales causantes de las inundaciones que casi año con año vienen sufriendo.

Dengue. Uno de los residentes, el señor Víctor Manuel Hernández, aludió al hecho de que hasta ahora no se ha estado tomando en cuenta el factor del Dengue como un alto riesgo de las inundaciones que pudieran ocurrir. Esto en razón de que el zancudo transmisor de la peligrosa enfermedad se ha venido adaptando al clima y altitud local, como lo reconoce la Secretaría de Salud.

Otros vecinos, las señoras Lidia Andinos, Rosa López y Guadalupe Hermosillo, son coincidentes en que la tierra y la basura que se acumulan en los drenajes tienen mucho qué ver en estos problemas recurrentes de las inundaciones en la parte baja de San Felipe. Del mismo, modo, el azolvamiento del río que al desbordarse también provoca estas cuestiones.
En este sentido, la señora Hermosillo observa que actualmente están realizando trabajos de limpieza en el lecho del río, desalojando la basura, como una buena medida que puede evitar que en un momento llegue a desbordarse.

El funcionario del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lagos, (SAPAL) Cornelio Mojica Martínez, recordó que la ciudad fue creciendo de cualquier manera y la demanda de servicios también de igual forma, sin planeación adecuada.
De esta forma, los tramos de drenajes se fueron insertando por todo el centro urbano y las colonias sin tomar en cuenta las necesidades del futuro.

Viejas. Así, las redes de colectores y tuberías ya están muy viejas y deterioradas por el desgaste del uso y del paso del tiempo. Pensar en su reemplazo significarían costos millonarios muy altos, difíciles de asimilar en el corto plazo.
Pero, admitió que en su momento esta situación deberá ser acometida con un proyecto de mediano y largo plazo, donde se emprenda la sustitución paulatina de los colectores por otros de mayor dimensión, acordes con las necesidades actuales y futuras de una ciudad que hoy tiene 100 mil habitantes.
Sin embargo, Mojica consideró que uno de los grandes factores que contribuyen a las inundaciones en sectores de la urbe laguense, es la irresponsabilidad y conciencia entre la gente que arroja toda clase de desechos en los lechos de los arroyos que finalmente tapan los drenajes.
Llantas, restos de colchones, basura, piedras, tierra y hasta perros y gatos muertos van a parar a los lechos de los arroyos, para finalmente ser arrastrados hacia los alcantarillados, pagando finalmente otros sectores de la población estas inconsecuencias con la inundación de sus casas.

Obstrucción. Este funcionario mencionó el hecho de que los drenajes presentaban una obstrucción de hasta el 60 por ciento de su capacidad por este tipo de desechos. Sin embargo, afirmó que hoy el departamento se encuentra mejor preparado para hacer frente al próximo temporal de lluvias.

Vehículo. Mojica de igual forma aseguró que gracias a un vehículo especial aportado por la Comisión Estatal del Agua y Saneamiento, denominado como Vactor, ya se ha logrado desazolvar y hacer una limpia a fondo de las redes de drenaje y alcantarillado de la ciudad.
Dijo que ya se hizo esta labor en los puntos críticos localizados, puesto que este equipo es capaz de succionar toda clase de desechos, incluyendo animales muertos, para desalojar en su totalidad todo tipo de obstrucciones.
Zonas. Por ello, Mojica confió en que con estos instrumentos se podrá evitar o disminuir considerablemente los problemas de inundaciones en tales zonas críticas, puesto que los ductos ahora poseen una capacidad del 100 por ciento para desalojar el agua pluvial.
Con todo esto, queda no obstante lo dicho por el titular de PLADUE, Víctor Manuel Camacho, referente a que de cualquier manera habría que estar alerta porque no se sabe lo que en un momento dado podría aumentar el caudal lluvioso, doblar, triplicar, o cuadriplicar los caudales, en razón de los drásticos cambios suscitados por el cambio climático y que ya se dejan sentir donde quiera.

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