Sonora ha sido una de las entidades más afectadas por la contaminación de las mineras. En 2014, siete municipios aledaños al Río Sonora se vieron afectados por el mayor desastre ecológico de la minería en la historia reciente; ese año, la mina Buenavista de Cobre, de Grupo México, derramó en el afluente 40 mil metros cúbicos de tóxicos y metales pesados. A dos años de la tragedia ambiental, los pobladores aún exigen al Gobierno que limpie el caudal y que frene los daños.