Devasta inundación a la ‘ciudad flotante

22 noviembre 2007
Villahermosa,  México (22 de septiembre de 2007).-   Con la inundación, naufragó la "ciudad flotante" donde paracaidistas construyeron sus casas sobre una laguna.

Esta es de las últimas zonas que aún está entre el agua, pero en este caso se trata de agua del drenaje de la colonia Miguel Hidalgo.

Ahora, sus colonos ni siquiera pueden llegar a sus viviendas, pues sus andadores de tarimas flotantes, están hundidos.

Sólo pueden merodearlas con el agua arriba de los tobillos y en algunos tramos, sobre costalería, que hay alrededor, pero con el riesgo de ser picados por culebras.

"Casi no podemos pasar, todavía en la inundación podíamos entrar en lancha, pero ahora están todas las tarimas atravesadas, que la fuerza del agua las levantó y rompió, pues estaban atadas a palos estaban sobre lodo que cayeron.

"Esta colonia sí pudo haber aguantado, porque estuvimos un año en estas casitas, viviendo bien, pero con esta contingencia hasta las casas de concreto de 'bretaron'", comenta Norma Fabré, una de las fundadoras de la colonia originalmente llamada Blanca Navidad.

Y es que fue precisamente en diciembre del año pasado cuando estos colonos llegaron a instalar sus primera casas con láminas de zinc y maderas, sobre la laguna La Covadonga, que es una zona federal, considerada, por lo tanto, como un asentamiento irregular.

Desde entonces, los colonos fueron en aumento hasta conformar 120 familias, que por contar con luz a través de "diablitos", toma clandestina de agua y hasta una tienda de abarrotes, con una docena de andadores soportados por palafitos, bautizaron al sitio la "ciudad flotante".

Sin embargo, la creciente del río Carrizal, uno de los que inundó la ciudad, alcanzó a la laguna La Covadonga, derramándole intempestivamente sus aguas a más de metro y medio de altura, ocasionando que sus puentes dejaran de flotar y apenas pudieran salir sus colonos.

Han pasado ya dos semanas, pero a diferencia de la colonia vecina, la Miguel Hidalgo, que sí cuenta con infraestructura urbana, Blanca Navidad sigue flotando.

"Cuando salimos, el agua ya la llevábamos hasta el rodilla, y ahora que regresamos, todas las cosas siguen viradas entre agua, por toda la corriente que le pegó", expresa la señora Patricia Miranda, al mostrar al interior de su casa", dice.

Doña Patricia cuenta que en Blanca Navidad habían conseguido que sus colonos vigilaran entre sí sus humildes viviendas y no llegara gente extraña a robarlas, pero ahora lamenta que las han encontrado saqueadas.

Y aun cuando el agua ha bajado, reconoce que entre la costaría es un riesgo caminar para revisar las otras casas de sus vecinos, porque abundan las culebras, conocidas como coralillos, que son de picadura mortal.

"Ya aquí había coralillos, y no era tan peligroso pero ahora que está más alta el agua, hay más y se suben entre todos esto que quedó de los palafitos. Antes, el pantano estaba casi seco, pero ahora el agua está toda negra", dice esta mujer damnificada.

Por: Carlos Marí
Fuente: Reforma

 

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