De esta forma, los aparatos que adquiera el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) para colocar en las norias deben garantizar que el agua filtrada tendrá 0.010 miligramos de arsénico por litro (mg/l) y no los 0.025 mg/l que establece la ley mexicana.

El Simas lanzó el viernes pasado las bases para la licitación de siete filtros para igual número de norias, que serán diseñados de acuerdo a las necesidades de cada pozo. El costo de esta primera etapa será de 45 millones de pesos.

La tecnología que se utilizará para potabilizar el agua a la salida de los pozos y antes de que llegue a la red general será el de Filtración Directa con arenas o membranas.

Los siete filtros de la primera etapa son los que arrojan agua con los mayores niveles de arsénico, entre 0.036 y 0.076 mg/l.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un nivel máximo de arsénico de 0.010 mg/l, y varios países lo han adoptado, el gobierno mexicano mantiene su norma.

Hace tres años, la Secretaría de Salud desechó una propuesta para reducir el nivel permitido.

El gerente de Saneamiento de Simas, Raymundo Rodríguez, dijo que el IMTA fijó los requisitos para los filtros y participará como supervisor en la licitación.

Se espera que el fallo de la licitación se entregue el 30 de agosto y el 15 de septiembre se firme el contrato con la empresa ganadora.