Distrito federal Cosecha escolar de agua de lluvia

19 mayo 2014

 

No obstante, en las zonas populares siguen padeciendo sin acceso a agua de calidad. En particular, la alarmante falta de acceso al agua en la delegación Iztapalapa ha obligado a los directivos a regresar a los alumnos a sus hogares; el motivo: la carencia de agua en los baños.

El agua del siglo XXI vendrá principalmente de la lluvia: esta premisa es más palpable en los espacios en donde la necesidad más apremia. Para aliviar la severa escasez del agua en los centros educativos, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Iztapalapa, ha habilitado sistemas de captación de agua de lluvia en nueve escuelas de la zona oriente de la metrópoli.

La Escuela Primaria Razón y Fuerza de la Revolución Mexicana, situada en San Miguel Teotongo, en el corazón de la Sierra Santa Catarina, Iztapalapa, es uno de los nueve centros escolares seleccionadas. En mayo de 2010 la falta de agua a lo largo de 17 días hizo tomar conciencia a los colonos de la necesidad de una alternativa. Al año siguiente, la Caravana por el Agua Ce Atl, organizada por la UAM difundió la pertinencia de adoptar la captación y el acopio de agua de lluvia como una de las seis estrategias para la gestión integral de cuenca del Plan Hídrico realizado por la Comisión de Cuenca de los Ríos Amecameca y La Compañía.

En 2012, mediante convenio entre la UAM Iztapalapa y la Delegación se implementó un sistema de almacenamiento de agua de lluvia, colocando una serie de canales de conducción en techos y pisos que interceptan las basuras mayores con rejillas, un fondo de piedras de distintos tamaños y un filtro de arena. Los 35 mil litros almacenados son de una excelente calidad. Desde la cisterna se bombea el agua al techo de la escuela haciendo que el agua pase por un filtro de carbón activado biológicamente. Esta captación cubre los usos para sanitarios y aseo de las instalaciones.

Cuando la variación diaria de las lluvias rebasa la capacidad de almacenamiento colocada en la escuela, los excedentes se conducen a un pozo de infiltración. Así las lluvias extraordinarias permiten la recarga del acuífero, tal y como funcionaba históricamente el ciclo de lluvia e infiltración en esta zona.

Los nueve proyectos de captación pluvial escolar han permitido cosechar más de cinco millones de litros anuales, suficiente para el uso sanitario y la limpieza en época de lluvias, beneficiando así a unos 15 mil alumnos, profesores, trabajadores y padres de familia, y sirviendo como un ejemplo vivo del potencial de la lluvia como nuestra futura fuente de agua.

Las reformas recientemente aprobadas a Ley General de Infraestructura Física Educativa (artículos 7, 11 y 19) exigen la instalación de bebederos en todas las escuelas hasta nivel medio superior en el país, con un suministro continuo de agua de calidad. En el caso de pueblos indígenas y comunidades dispersos se adoptarán tecnologías sustentables. El presupuesto federal está obligado a financiar la instalación de los bebederos en tres años. Esta obligación legal representa una excelente oportunidad para que los alumnos, maestros y padres de familia en zonas sin acceso a agua de calidad se organicen para lograr la conversión de sus escuelas en centros de almacenamiento y potabilización de aguas pluviales, como parte de una estrategia compleja para garantizar este fundamental derecho humano.


17 de mayo de 2014
Fuente: La Jornada del campo
Nota de Juan José Santibañez (Coordinador del área de Estudios Rurales y Urbanos. UAM Iztapalapa)

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