Después de vivir en una zona de privilegio, con una dotación diaria de casi 300 litros de agua potable al día por persona, hoy habitantes de Ciudad Satélite viven una de las temporadas de estiaje más crudas, donde algunos circuitos llevan hasta dos semanas con las llaves secas y otros reciben agua sucia y turbia, no apta para el consumo humano.
Al abrir la llave, el agua sale color café y no puede usarse para cocinar, bañarse, lavar trastes o ropa, mucho menos para beber, relataron familias de Circuito Pintores. Leer más.