Zaragoza, 14 mar (EFE).- La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha detectado en 2010 tres contaminaciones por plaguicidas de origen agrícola, en concreto por “Clorpirifós”, que superó la concentración media anual de referencia en los ríos Jalón, en Grisén, y Clamor Amarga, en Zaidín, en dos ocasiones.

Además, se ha obtenido un mayor nivel de plaguicidas en la provincia de Huesca en los barrancos de La Violada en La Pardina y de La Valcuerna en Candasnos, en los ríos Flumen en Sariñena y Alcanadre en Ontiñena, y, en menor medida, en los Clamor Amarga en Zaidín, además del Arba de Luesia en Tauste, en Zaragoza.

Así consta en el informe de la CHE sobre la Red de Control de Plaguicidas en la Cuenca en el año 2010, que recoge el trabajo desarrollado por el Organismo para el control y vigilancia de la contaminación de origen agrícola en las aguas superficiales de la Cuenca del Ebro.

Para ello, se han analizado 37 sustancias diferentes en 22 puntos de muestreo, con una frecuencia de cinco tomas anuales, con un resultado de tres incumplimientos de los 4.070 análisis efectuados, ha informado la CHE en un comunicado.

El informe, realizado por sexto año consecutivo, ha sido elaborado por el Área de Calidad de las Aguas de la CHE en cumplimiento a la Directiva Marco que obliga a los Estados miembros a establecer estaciones de vigilancia para el control de la contaminación causada por sustancias peligrosas aguas abajo de sus puntos de emisión.

En el mismo se incluyen los 22 puntos de muestreo de la red, la mayoría ubicados en tramos de río que recogen las aguas de escorrentía de las zonas agrícolas, los parámetros analizados, los resultados más relevantes, la evolución temporal de la concentración total de plaguicidas cuantificada en cada estación y el estudio de aguas captadas para la producción de agua potable.

En concreto, los puntos de muestreo que componen la Red de Control de Plaguicidas de la CHE y que coinciden con puntos de impacto agrícola son: Torremontalbo en Najerilla (La Rioja); Funes en Arga y Caparraso en Aragón (Navarra); Pignatelli en Ebro, Tauste en Arba de Luesia, Daroca en Jiloca, Grisén en Jalón, Zuera en Barranco de la Violada y Derivación Acequia Urdana en Gállego, en Zaragoza.

También son Candasnos en Barranco de Valcuerna; Peralta en Alcanadre, Sariñena en Flumen, Ontiñena en Alcanadre, Zaidín en Clamor Amarga y Fraga en Cinca, en la provincia de Huesca; Derivación Acequia Corbins en Noguera Ribagorzana, Derivación Canal de Urgel en Segre, Vilanova de La Barca en Segre, Embalse de Utxesa en Canal de Serós y Serós en Segre, en la de Lérida: y Ascó en Ebro y Tortosa en Ebro, en Tarragona.

El análisis de los plaguicidas se ha realizado en el Laboratorio de Calidad de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Para ello se ha tomado una muestra mensual en febrero, mayo, junio, julio y septiembre y se han analizado un total de 37 sustancias (32 plaguicidas y cinco compuestos orgánicos que derivan de ellos).

En las conclusiones, el informe alerta de tres incumplimientos detectados en 2010, todos por Clorpirifós.