Fabrican el ‘alma’ del Emisor Oriente
01 diciembre 2009Instalan 3 plantas de producción de dovelas.
Requiere el nuevo drenaje de 42 mil anillos de concreto que revestirán el túnel.
A sacar y a tratar las aguas
29 de noviembre de 2009
Fuente: Reforma
Por Alejandro Ramos
Tres plantas productoras de dovelas se encargan de fabricar los 42 mil anillos de concreto que revestirán el Túnel Emisor Oriente (TEO), la obra de drenaje más importante de los últimos años a nivel internacional y que tendrá una longitud de 62 kilómetros.
Cada anillo consta de siete dovelas que en total pesan 35 toneladas, y al día se fabrican 26 anillos completos en cada una de las plantas, las cuales fueron montadas exclusivamente para fabricar las estructuras de concreto para el túnel.
Dichos centros de fabricación se encuentran en Ecatepec, Zumpango y Huehuetoca, en el Estado de México, y son operados por la constructora ICA con la supervisión de personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
REFORMA visitó la planta de Ecatepec, la cual se compone de dos naves y tiene una superficie de 51 mil 504 metros cuadrados. Aquí laboran 120 obreros, quienes trabajan en dos turnos de 12 horas cada uno.
La fabricación de dovelas incluye procesos automatizados y manuales y cuenta con tecnología de punta.
Durante el recorrido destaca la limpieza y el orden de producción en la planta; todo funciona como relojería.
Los trabajadores explican que una dovela, la cual pesa 5 toneladas, se lleva en su producción entre 6 y 8 horas y, al final, termina con un acabado casi perfecto, pues son pocas las unidades que salen con imperfecciones o que son golpeadas durante su manejo.
"Prácticamente", agregan, "no hay desperdicio, y, si acaso alguna dovela queda despostillada, se le hacen los resanes necesarios".
Enrique Arellano, residente de Plantas de Dovelas de la Conagua, comenta que la estructura de producción es la misma en las tres plantas, que se instalaron cerca de donde se realizan las obras del túnel.
El experto señala que, una vez terminada, una dovela debe pasar cuatro pruebas de resistencia.
"La primera prueba se le aplica cuando sale del curado de vapor; la siguiente es a los 3 días, otra es a los 7, y la última, a los 28 días de que se terminó de fabricar. Por lo regular, a los 3 días la dovela ya alcanzó la resistencia máxima que es de 350 kilogramos por centímetro cuadrado.
"Cuando ya cubrió todo el protocolo de pruebas, la dovela ya está lista para ser transportada a alguna de las lumbreras del Túnel Emisor Oriente", precisa Arellano.
La construcción del drenaje inició en noviembre de 2008, y, a un año, llevan un avance del 22 por ciento; se prevé que el túnel esté terminado en septiembre de 2012, según reporta la Conagua.
El TEO está integrado por 24 lumbreras más un portal de salida, y los tramos de túnel se componen de dos revestimientos: el primario a base de anillos conformadas por secciones de concreto reforzado, llamado dovelas,, y un revestimiento definitivo con concreto armado y colado en el sitio.
"Las dovelas al ser ensambladas en el interior del túnel forman los anillos, los cuales son la parte fundamental de éste. Estas estructuras están diseñadas para resistir las distintas cargas del suelo, de acuerdo con las profundidades a lo largo del túnel (van desde 26 hasta 150 metros).
"La colocación de las dovelas se lleva a cabo en forma semiautomática mediante un equipo integrado a una máquina tuneladora (excavadora) que se encarga de ir colocando una a una de las dovelas hasta formar el anillo. El equipo excavador tiene la capacidad para colocar un promedio de 13 anillos por día", explica Arellano.
Actualmente hay tres tuneladoras en la zona de obras: una en la lumbrera Cero (ya operando); otra, en la 5, y una más, en el portal de salida. Estas dos últimas aún se encuentran en proceso de armado. Faltan por llegar tres equipos más, los cuales se prevé arriben a fines de este año y principios de 2010.
Las autoridades de la Conagua han informado que el valor total del TEO es de 13 mil millones de pesos y, pese a la crisis, aseguran que las obras están garantizadas por ser prioritarias para el Valle de México.
"Con este nuevo drenaje, se desactivará el riesgo en la Ciudad de México y zona conurbada de una gran inundación de aguas negras", ha señalado José Luis Luege, director general de la Conagua.
1.- Patio en el que se ubican los bancos de arena y grava, así como la planta para fabricar concreto.
2.- Con varillas de acero se inicia el armado del esqueleto de la dovela, el cual una vez listo se lleva a un molde.
3.- La parrilla de acero está lista para ingresar al molde y de ahí pasará a la cámara de colado (donde se le llena de cemento).
4.- Un trabajador se encarga de vaciar el depósito de cemento en el molde donde se encuentra la parrilla de acero.
5.- Posteriormente viene al proceso de destape del molde y pulido de la cara exterior. La futura dovela empieza a tomar forma.
6.- Después del pulido la dovela pasa a la cámara de curado a temperaturas de 50 y 60 grados centígrados.
7.- El proceso de fabricación ha terminado y la tarea final es llevarla al patio donde se integran las 7 dovelas que formarán un anillo.
Así lo dijo
"Para el caso de un drenaje como será el caso del Túnel Emisor Oriente, una dovela llega a tener un periodo de vida útil de entre 40 y 50 años, ya que los gases de las aguas negras y la humedad las afectan mucho".
Enrique Arellano
Residente de Plantas de Dovelas de la Conagua.
A sacar y a tratar las aguas
El Valle de México tiene tres salidas artificiales y por ellas salen las aguas negras.
El Tajo de Nochistongo, el cual se construyó en la época de la Colonia; el Emisor Poniente, obra de 1964, por la cual se evacuan 33 mil litros por segundo de aguas residuales; el Gran Canal de Desagüe, inaugurado en 1900, y que desaloja 22 mil litros por segundo (antes era de 80 mil, y el Túnel Emisor Central o Drenaje Profundo, puesto en marcha en 1975, y por donde salen 120 mil litros por segundo (antes era de 170 mil).
Además, la obra del Túnel Emisor Oriente se encuentra en proceso de construcción y se estima que una vez que esté listo, en 2012, evacuará 150 mil litros por segundo de aguas residuales.
Junto con este nuevo drenaje, la Comisión Nacional del Agua también proyecta – de acuerdo con el Programa de Sustentabilidad Hídrica de la Cuenca del Valle de México (2007), la construcción de seis plantas de tratamiento; cinco se instalarán en el Estado de México (Guadalupe, Berriozábal, Zumpango, Nextlalpan/Chiconautla y Vaso de Cristo) y una en Atotonilco, Hidalgo, catalogada como las más grande de América Latina, y la cual se encuentra en proceso de licitación.
La intención del Gobierno federal es sanear las aguas residuales y dejarlas limpias para que sean utilizadas para el riego de cultivos, principalmente en la región del Valle del Mezquital, que por décadas ha utilizada aguas negras.
El monto total de inversión por las seis plantas es de 16 mil 680 millones de pesos.
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