En el gran vertedero de basura a cielo abierto de Dolores Hidalgo, Guanajuato, el olor a gas ahoga a veces sus pasadizos de tierra.
El tufo, que brota de la descomposición de materia orgánica, es el del metano y una chispa podría bastar para envolverlo en llamas.
“El basurero es una bomba, no permitimos que los trabajadores fumen. Hemos tocado el tema con la administración y no se ha resuelto. Hay tres o cuatro chimeneas, pero no se las prende”, relató el presidente de la Unión de Trabajadores de Desechos Sólidos Industrializables del estado, Abel Balderas. Leer más.