Indicó que éstas son algunas de las acciones que se han implementado para el saneamiento del Lerma, por lo que la medida de inyectarle oxígeno ha dado buenos resultados, pero el mal olor aumentó, aunque el número de contaminantes disminuyó considerablemente.

Pero además, comentó, se requiere hacer un estudio para ver la inclinación que tiene el río, pues en algunas partes las corrientes ya están encontradas y en otras ya no fluye el líquido, mientras que en donde se concentra mayor contaminación ya ni siquiera existe lirio.

Reveló que a pesar de esta situación no se puede hablar de un municipio específico en donde se concentre el mayor número de contaminantes, pero de los 33 municipios por donde atraviesa el Lerma, sólo 11 han iniciado con sus auditorías ambientales.

Santos Ramírez, mencionó que entre los municipios que han iniciado sus auditorías en coordinación con la Profepa están Almoloya del Río, Santa Cruz Atizapán, Santiago Tianguistenco, Capulhuac, Joquicingo, Xalatlaco, Texcaltitlán, Santa María Rayón, San Antonio la isla y Calimaya.