Un desastre ecológico se avecina en el municipio de Ixtaczoquitlán, producto del derrame de hidrocarburos. Unas tres hectáreas fueron afectadas por la pérdida de petróleo.
Según informaron desde Profepa, las tareas de limpieza se demorarán unos 10 días. En ese plazo la empresa deberá limpiar los cañales y el suelo dañado, retirando el material para evitar filtraciones en los mantos freáticos.
Sin embargo, según explicó el biólogo Octavio Sánchez, las consecuencias a largo plazo serán importantes. La tierra fértil se convertirá en tierra inerte, porque los hidrocarburos aniquilan todo tipo de vida cuando llegan a superficie.
Los productos aceitosos, como los que se derramaron en Buenavista, bloquean las funciones de los tejidos y la células de animales y plantas, al no dejarlas respirar.
Los primeros afectados fueron las plantas y los animales que quedaron ‘regados’ por petróleo. “Los hidrocarburos, por su forma aceitosa , al fluir a la superficie aniquilan cualquier forma de vida, porque bloquean las funciones normales de las células y los tejidos animales y específicamente en este caso la absorción de aire a través de la raíz”, explica el biólogo.
Lograr una limpieza total del terreno demandará por lo menos unos diez años, ya que para retirar el material se necesitará de una buena cantidad de agua arrojada a presión, lo cual sólo podrán remediar las lluvias. Mientras tanto, los terrenos dañados quedarán inutilizados.
Y es que el petróleo es uno de los químicos más contaminantes para el medio ambiente, tanto por sus componentes como por su viscosidad.
El delegado en Veracruz de la Profepa, Francisco Briseño Cortez, dijo que las tareas de limpieza están a cargo de Petróleos Mexicanos (Pemex) y que desde la institución se dieron las indicaciones y se supervisa el trabajo.
Veracruz, como otros estados, tiene una superficie por la que cruzan miles de kilómetros de ductos de la paraestatal.