La construcción de la autopista Lerma-Tres Marías afectará a 35 millones de mexicanos

23 mayo 2008

23 de mayo de 2008

Por: Verenise Sánchez

Treinta y cinco millones de mexicanos se podrían ver afectados por escasez de agua, si se construye la autopista Lerma-Tres Marías, advirtieron más de 60 científicos y ambientalistas pertenecientes a diversas instituciones, al tiempo que la Secretaría de Medio Ambiente señaló que la vía será construida, si cumple con todos los requisitos legales.
La Semarnat “no tiene interés en aprobar o no el proyecto; si cumple los requerimientos de ley se dará el permiso”, aseguró el titular de la dependencia, Juan Rafael Elvira Quesada.
En una carta enviada a diversos funcionarios, en primer término al presidente Felipe Calderón, los especialistas pidieron que no se construya dicha carretera, pues —aseguran— la obra destruirá el gran bosque de agua y las ciénagas del Lerma, región que abastece de agua a treinta y cinco millones de mexicanos y alberga dos por ciento de las especies de flora y fauna mundial.
La carta también está dirigida a los gobernadores del Estado de México, Enrique Peña Nieto, y de Moleros, Marco Adame Castillo, así como a los secretarios de Medio Ambiente, Juan Elvira, y de Comunicaciones, Luis Téllez.
Además —afirman— esta zona ecológica es de gran importancia porque ayuda a mitigar el cambio climático y sus impactos en la región.
La obra —se asienta en la misiva—, afectará al área protegida Corredor Biológico Chichinautzin y de la serranía ubicada entre el Distrito Federal, Morelos y el Estado de México. Además, aceleraría el crecimiento urbano en la zona, lo cual afectará en el mediano plazo a la mayor cuenca hidrológica del país y comprometería el abasto de agua de la tercera parte de los habitantes del país, señalaron los investigadores.
Del mismo modo —prosigue la carta—, se verán afectadas más de mil especies de plantas, 211 de aves, 59 de mamíferos, 56 de reptiles y 24 de anfibios, de las cuales 10 por ciento son exclusivas de nuestro país y se encuentran en peligro de extinción por la desaparición de su hábitat natural, por la urbanización, y por la tala ilegal, indicaron los ambientalistas.