La crisis del agua refleja otras crisis

16 febrero 2009

Febrero de 2009

Pobreza y falta de inversión, entre otras, son problemas que de por sí genera la llamada "crisis del agua" desde el punto de vista de Alberto Crespo, consultor del Programa Mundial de Evaluación de Recursos Hídricos.

Este programa depende de 24 agencias de Naciones Unidas y fue creado con el objetivo de incentivar el proceso de evaluación de recursos hídricos en el mundo.

Crespo dialogó con BBC Mundo sobre los problemas que origina la falta de "gobernabilidad" del agua.

Usted trabajó en la creación del Sistema de Apoyo a la Gobernabilidad del Agua (SAGA), ¿puede explicarnos de qué se trata?

El Programa Mundial de Evaluación de Recursos Hídricos publica un informe trianual sobre el desarrollo del agua en el mundo, similar al informe de desarrollo humano del PNUD. El primer informe se publicó en 2003 en ocasión del III Foro Mundial de Kioto. Este mes se publica el segundo informe en paralelo al IV Foro en México.

Dicho documento asegura que la llamada crisis del agua tiene su origen en la gobernabilidad de la misma. Además del informe se creó el Sistema de Apoyo a la Gobernabilidad del Agua, SAGA, para establecer un conjunto de variables y de indicadores que nos permitan ver el estado de desarrollo de estos elementos que dan paso a la gobernabilidad. Además se intentó hacer viable las responsabilidades pertinentes. Asociar los logros y fracasos a un nombre y un apellido.

¿Qué se entiende por gobernabilidad del agua?

La palabra gobernabilidad se ha utilizado con variada ambigüedad, entonces una de las primeras cosas que hicimos fue establecer un elemento conceptual general de la gobernabilidad. Se ha visto que la gobernabilidad es una capacidad de los gobiernos, es una capacidad que existe o no existe, para proveer servicios, formular políticas coherentes y designar recursos para la concreción de dichas políticas.

La gobernabilidad del agua sería obviamente todo lo que está asociado a la temática hídrica en lo que tiene que ver con la generación de políticas.

¿Y cómo se encuentra la gobernabilidad del agua en la región?

Debo adelantar que nuestro trabajo llegó a su desarrollo conceptual completo, sin embargo el programa quedó sin recursos, por lo que no se han podido obtener los resultados comparativos. Es una temática muy compleja y muy sensible a los gobiernos y encargados del tema en cada país. De todas maneras el tema del agua es muy amplio en América Latina y el Caribe. Tiene que ver con el agua como factor de desarrollo. El país que no tiene agua o que tiene dificultades con el agua está condenado al subdesarrollo, salvo que tenga petróleo o algún otro recurso en cantidades ingentes.

Lo que se puede decir del estado de la gobernabilidad del agua en latinoamérica es muy general. Hay países que tienen un muy buen desempeño. A la cabeza está Brasil, que tiene una extraordinaria legislación de aguas, una organización administrativa bastante buena y sistemas de información muy buenos. Hay países con menor desarrollo como Bolivia, que no tiene una legislación aunque está en camino a eso.

Entre estos dos extremos se encuentran Chile, Colombia, Paraguay, Argentina, que tiene algunos aspectos descoordinados con aguas que pertenecen a las provincias. Perú tiene gran cantidad de recursos hídricos pero hay grandes diferencias entre el medio urbano y el rural. Es un panorama muy variado.

¿Qué espera usted del Foro en México?

El Foro es una reunión, sin darle una apreciación valorativa, excesivamente grande. Hay mucho intercambio e interrelación, pero lo central será la presentación del Informe de Desarrollo del Agua. Pero habrá diversos paneles y debates sobre los recursos hídricos en el mundo.

¿Podemos esperar una solución global al tema del agua en esta reunión?

El problema del agua es muy, muy grande. Es un tema mundial, de escala descomunal. Tiene muchas facetas y por lo tanto amerita muchas soluciones. La crisis del agua no es un reflejo de crisis en el sector, refleja otras crisis, principalmente de pobreza, de falta de inversión, de todo el proceso de reformulación de los estados, de una serie de elementos que han desembocado en esta situación.