La Ley que el país necesita

07 marzo 2014

Es por ello que exigimos que la Comisión de Recursos Hidráulicos de la cámara de diputados presidida por el Diputado Gerardo Gaudiano Rovirosa, considere e incluya las propuestas que le hemos estado compartiendo y exponiendo con la argumentación necesaria, en la iniciativa de Ley General de Aguas que pronto presentará. Y no permita una imposición por parte de la CONAGUA a quien no le corresponde legislar.

Gran parte de la gran crisis hídrica que vive el país tiene su origen en la actual Ley de Aguas Nacionales, donde la política de trasvases con grandes infraestructuras que no resuelven el problema de origen, el sistema de concesiones y la falta de transparencia y regulación de este último (por ser juez y parte) han llevado al surgimiento de grandes conflictos sociales y una sobreexplotación y contaminación sin precedente.

La comisión de Recursos hidráulicos, así como las otras comisiones a las que será turnada la iniciativa de ley deberán de tener en mente que esta Ley General de Aguas tiene como objetivo reglamentar el Derecho Humano al agua y saneamiento para la generación presente y futuras, ya que en 2010 México adquirió este compromiso ante las Naciones Unidas al ratificar la Resolución 64/292.

En ese sentido, con el fin de garantizar el acceso al agua para la presente y las futuras generaciones, el modelo que se implemente deberá de cuidar el agua de la cuenca para la cuenca, así como la disponibilidad y calidad del agua para consumo humano pero también deberá de asegurar que los cuerpos de agua no sean contaminados por falta de infraestructura sanitaria(baños) ni por ningún tipo de actividad que implique contaminación tóxica que ponga en peligro la vida de los seres vivos ni su medio ambiente, como lo hacen las actividades de extracción de hidrocarburos no convencionales (Gas Shale via fracking) que la recién reforma energética quiere abrir e impulsar.

La constitución mexicana en su modificación al artículo 4to del 8 de febrero 2012, dice claramente que se deberá emitir una Ley que definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos. Esto obliga a derogar la actual ley de aguas nacionales ya que ha llevado a un acaparamiento de fuentes de agua priorizando el uso para la industria (minera, embotelladoras y otros) en vez de priorizarla para el consumo humano y ecosistemas que la producen. Además, con la política de uso de fertilizantes agroindustriales y la de pagar por contaminar que se aplica hoy en día, hemos llegado a una contaminación alarmante del agua superficial y subterránea del pais.

De seguir con estas políticas, como se pretende con la iniciativa de la CONAGUA de continuar con trasvases, libre alumbramiento y tecnologías de alto consumo energético como la desalinización y pozos profundos, nunca se logrará un uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos. Y mucho menos, se logrará asegurar una cantidad suficiente, salubre, aceptable y asequible del agua para cada persona como lo solicita nuestra constitución. Recordemos además la recién aprobación de bebederos de agua en todas las escuelas públicas del pais que la Alianza por la Salud Alimentaria ha logrado impulsar, para enfrentar el grave problema de obesidad que atraviesa la población mexicana, por beber refrescos por falta de acceso al vital líquido. ¿Cómo entonces cumplir con este compromiso legislativo si no se cuenta con la disponibilidad ni la calidad de agua?

El modelo que plantea la campaña Agua para Tod@s, Agua para la vida asegura una transición hacia la gestión sustentable y equitativa del agua que permitirá una seguridad hídrica desarrollando realmente al país y no solo a unos cuantos. Sin embargo esta propuesta requiere de la voluntad política empezando por la de los integrantes de la Comisión de Recursos Hidráulicos así como la comisión de Derechos Humanos y Medio Ambiente a las que debería de ser turnada. Se trata de un proceso de transición que no comienza ni termina con la aprobación de la ley pero si es fundamental que la Ley que se apruebe contenga las propuestas elaboradas por los ciudadanos que plantean un nuevo modelo que asegura agua de calidad para la presente y las futuras generaciones.

04 de marzo de 2014
Fuente: El Universal
Nota de Nathalie SeguinTovar