La ONU tira de la manta de la situación mundial del acceso al agua, saneamiento e higiene

04 agosto 2017

01 de Agosto 2017
Fuente: iAgua
Nota: Alberto Guijarro Lomeña

El 12 de julio el Programa de Monitoreo Conjunto de la OMS y UNICEF lanzó el informe Progresos en materia de saneamiento y agua: informe de actualización de 2017 y evaluación de los ODS, un informe altamente esperado ya que introduce grandes novedades al estar inspirado metodológicamente en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Foto tomada de iAgua.

Y estas instituciones de Naciones Unidas vienen a tirar de la manta para destapar una situación que diversas organizaciones veníamos denunciando desde hace años: que por mucho que hayan existido importantes avances en el acceso al agua y al saneamiento en las últimas décadas, que los ha habido, son absolutamente insuficientes. Y la situación actual es verdaderamente un escándalo, como denunciábamos desde ONGAWA el pasado mes de marzo en esta rueda de prensa, que con los datos actuales cobra mayores proporciones.

¿Y qué destapa este informe?

Al haber adaptado el sistema de seguimiento a los indicadores del objetivo 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el informe desvela numerosas carencias que ponen en duda, de seguir al ritmo actual, la senda de cumplimiento del ODS6. Sólo por destacar unos cuantos datos, resaltar lo siguiente:

Agua:

  • El 71% de la población mundial utiliza un servicio de abastecimiento de agua gestionado de forma segura. Esto implica que el acceso proviene de una fuente de agua ubicada en la vivienda o en su patio o parcela, que está disponible en el momento en que se la necesita, y que está libre de contaminación fecal y por productos químicos.
  • Frente a lo anterior, quedan 2.100 millones de personas en el mundo (3 de cada 10) para alcanzar el acceso universal al agua gestionada de forma segura en 2030 (meta 6.1 de los ODS).
  • Además, 844 millones de personas carecen siquiera de un acceso básico al agua (dentro de la meta 1.4 de los ODS, de acceso a servicios básicos). En esta situación están personas que acceden, por ejemplo, a una fuente de agua a más de 30 minutos de su vivienda, proveniente de fuentes no protegidas o que se abastece de fuentes superficiales directamente

Saneamiento:

  • El 39% de la población mundial utiliza un servicio de saneamiento gestionado de forma segura. Esto implica que las instalaciones de saneamiento no se comparten con otros hogares y que los excrementos se eliminan de manera segura in situ o son transportados y tratados fuera
  • Frente a esto, faltan 4.500 millones (6 de cada 10) para alcanzar el acceso universal al saneamiento gestionado de forma segura (meta 6.1 de los ODS).
  • Además, 2.300 millones de personas carecen de condiciones básicas de acceso al saneamiento (dentro también de la meta 1.4 de los ODS). En estas condiciones se encuentran, por ejemplo, personas que comparten instalaciones de saneamiento, que no realizan una gestión segura de las excretas o que utilizan instalaciones no mejoradas. Dentro de ellas se encuentran 892 millones de personas que practican la defecación al aire libre.

Higiene:

  • Solo 70 países (que representan el 30% de la población mundial) disponen de información comparable sobre el lavado de manos con agua y jabón, y no existen datos suficientes para estimar un acceso global a instalaciones básicas de lavado de manos
  • Solo el 27% de la población de los países menos desarrollados disponen de acceso a instalaciones básicas de lavado de manos

Por tanto, el análisis del informe de progreso de la OMS y UNICEF revela algunos mensajes que surgen al tirar de la manta:

  1. El informe resalta las enormes complejidades del sector y la carencia de datos en muchas regiones y sobre muchos aspectos (ej. inequidades, higiene…)
  2. Al ritmo actual, solo se alcanzará en 2030 el 80% de acceso al agua y el 40% de acceso al saneamiento gestionados de forma segura, y no se alcanzarían las metas 6.1 (agua) y 6.2(saneamiento e higiene) de los ODS hasta el año 2064 y 2107 (sí, en el próximo siglo), respectivamente. Es decir, de seguir como hasta ahora el acceso al agua y saneamiento gestionados de forma segura no solo no serán universales en 2030, sino que dejarán atrás en dicho año a 2 y 6 de cada 10 personas en el mundo
  3. Dentro de los colectivos que quedarían atrás destacan la población de zonas rurales, nómadas y de zonas marginales, debido a la escasa atención que despiertan en los gobiernos de todo el mundo
  4. También se resaltan las inequidades existentes incluso dentro de los hogares en cuestiones relacionadas con el género, la edad o las personas con discapacidad.

Visto lo que se encuentra debajo de la manta de la situación mundial de acceso al agua, al saneamiento y a la higiene, no podemos esperar más para tomar una decisión, desde los gobiernos, las agencias internacionales de desarrollo, las ONG, las empresas, las universidades, los/as profesionales del sector…: o adoptamos medidas urgentes o seremos parte de la generación que pudo pero no quiso alcanzar el acceso universal al agua y al saneamiento gestionados de forma segura.

Seguir como hasta ahora no vale; mirar para otro lado esperando a que avancen los demás tampoco.

 

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