Las inundaciones agravan la crisis alimentaria que sufre Níger
25 agosto 201025 de agosto de 2010
Fuente: El Mundo
Observando como ha quedado el río Níger tras las fuertes lluvias | C. Gluck (Oxfam)
Más de 110.000 personas se han visto afectadas en Níger por las inundaciones y las fuertes lluvias que han destruido muchos cultivos, agravando de ese modo la dura crisis alimentaria que azota el país.
“Las inundaciones han destruido muchos cultivos y verduras que en otro caso habrían sido alimento crucial para familias famélicas”, ha señalado la portavoz de Intermón Oxfam , Helena Vidal-Folch. “Lo que en principio parecía la solución a la sequía, ahora ha venido a empeorar el problema”, ha añadido.
En Niamey, la capital, el río Níger ha alcanzado su mayor nivel en más de 80 años. Las grandes inundaciones en todo el país obstaculizan por igual el reparto de alimentos después de borrar muchos caminos. También hay preocupación porque las inundaciones aumentarán el riesgo de contraer malaria y diarrea, particularmente para los menores, debilitados ya por la desnutrición.
“No ha quedado nada”
Ibrahim Mahaman, líder de una de las aldeas azotada por las inundaciones, señala: “Este es un desastre por duplicado. Antes de las lluvias la gente no tenía que comer, pero ahora, por pequeña que haya sido la reserva de grano que tuvieran, el agua se la ha llevado. No ha quedado nada”.
Oxfam y sus afiliados están ayudando con la provisión de equipos de higiene y limpieza y la instalación de depósitos de agua en los edificios comunitarios donde se ha reubicado a las familias desplazadas.
Las inundaciones han llegado en un momento en que el Programa Mundial de Alimentos ha reconocido que no es posible suministrar ayuda alimentaria al 60% de los que viven bajo la amenaza de la hambruna en Níger a menos que, con carácter de urgencia, sus donantes le hagan llegar más recursos.
Las fuertes lluvias y las inundaciones han afectado también a algunas regiones de Chad y el norte de Malí. “La situación en África Occidental puede parecer desesperadamente compleja y difícil, pero si la comunidad internacional invirtiera en las labores de desarrollo previsibles a largo plazo, podríamos garantizar que en el futuro las familias fueran mucho menos vulnerables a los desastres y se ahorrarían recursos materiales”, ha apuntado Vidal Folch.