El 47% del territorio nacional sufre de sequía severa o extrema, según los datos del Monitor de Sequía de México dados a conocer por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Eso tiene como consecuencia lógica una menor disponibilidad de agua, lo que produce impactos en la salud de la población, en la productividad del campo, y en la sustentabilidad de nuestros ecosistemas.
Son malas noticias, este año ha sido anormalmente seco, las lluvias se han presentado de manera muy irregular y eso ha traído como consecuencia lógica una menor cantidad de agua renovable, aquella que llena las presas de almacenamiento y recarga nuestros acuíferos.