Niega Semarnat permisos para construir cuatro hidroeléctricas en la Sierra Norte

15 junio 2015

Foto: La Jornada
 

La determinación de la dependencia fue publicada el pasado 4 de junio en la Gaceta Ecológica. En el documento se informó que se negaba la autorización de los proyectos que se establecerían en el teritorio que abarca Cuetzalan del Progreso, Tlatlauquitepec, Teziutlán, Zacapoaxtla y Tetela de Ocampo.

En el documento no se especificaron los motivos de la negativa a los permisos solicitados.

Controladora de Operaciones de Infraestructura S.A. de C.V. es una filial de del Grupo Ingenieros Civiles y Asociados S.A. de C.V. (ICA).

Especialistas, activistas e investigadores han advertido que los proyectos de hidroeléctricas están directamente vinculados con la actividad minera, que es depredadora del medio ambiente y acaba irremediablemente con poblaciones enteras por la pobreza y ruptura del tejido social que deja en las comunidades donde se asienta.

En la Sierra Norte de Puebla, el gobierno mexicano expidió los títulos de concesión minera Atexcaco 1, con número 219298, y Atexcaco 2, con número 221609, a nombre de la Compañía Minera Autlán S. A. de C.V., con 7 mil 800 hectáreas.

Se sabe que Minera Autlán tiene las concesiones a través de una filial llamada Minas Teziutlán, que puede explotar los siguientes yacimientos: Capulines, Capulines 1, Teziutlán 1, Teziutlán 6, Teziutlán 2000, Teziutlán 2001, Atexcaco 1, El Rincón, El Rincón y Aire Libre.

En esa lógica, los municipios por la extracción minera afectaría a las siguientes comunidades, según ha advertido el Grupo Civitas de Teziutlán, son San Miguel Capulines, en Teziutlán; Atexcaco El Rincón, Aire Libre, San Juan Acateno, Atoluca, San Diego Hueyapan, San Sebastián y Mexcalcuautla.

Leonardo Durán, del Consejo Tiyat Tlali, ha advertido del mal que causaría la extracción de minerales a cielo abierto, derivado de esos permisos, no solamente a los municipios directamente involucrados, como Tlatlaquitepec y Yaonáhuac, sino también a poblaciones vecinas como Zacapoaxtla, Cuetzalan y el resto de la región.

Durante la Sexta Asamblea Informativa por la Defensa del Territorio contra Minas, Hidroeléctricas y la Privatización del Agua, celebrada en Yaonáhuac el pasado 18 de enero del presente año, se dio a conocer que había cuatro permisos solicitados por la empresa Controladora de Operaciones de Infraestructura S.A. de C.V. para construir sendas hidroeléctricas en la ribera del río Apulco.

La primera hidroeléctrica –nombrada “Ana”– tendría un muro de ocho metros, la segunda –“Boca”– uno de 29 metros, la tercera –llamada “Conde”– uno de casi 30 metros y la última es “Diego”, la cual culmina exactamente donde principia el área de concesiones para Autlán, explicó en esa ocasión Leonardo Durán.

Presente también ese acto, Sandra Ballinas Arriaga, investigadora del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) de la Universidad Autónoma de Puebla, expresó que hasta ese momento solo había información del Manifiesto de Impacto Ambiental presentado para la presa “Diego”, y que se habían detectado una serie de inconsistencias, aunque lo más grave es que se planea deforestar su zona de asentamiento, y aunque la compañía ha dicho que preservará la flora y fauna no especifica de qué manera lo haría.

Lo cierto, abundó la investigadora del Cupreder, es que el proyecto hidroeléctrico y minero lo que pretende es aprovecharse de los manantiales y los recursos que hay en el área de mayor diversidad de esta región de selva mediana y bosque mesófilo.


11 de junio de 2015
Fuente: La Jornada
Nota de Martín Hernández Alcántara

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