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“Nos quedamos sin luz, gas y agua”

20 septiembre 2017

19 de septiembre de 2017
Fuente: El Economista
Nota: Elizabeth Albarrán

Entre calzada de Tlalpan y Viaducto, las sirenas de las ambulancias, patrullas y de los bomberos son ensordecedoras. Desde las 13:20 de la tarde que ocurrió el sismo de 7.1 grados que sacudió a la Ciudad de México no han dejado de sonar y pasar rápidamente rumbo al sur, una ruta que se dirige a Miramontes y Villa Coapa, unas de las zonas más afectadas.

“Estuvo terrible el temblor, se sintió muy feo. El edificio tiene más de 40 años, ya es muy viejo y por precaución nos salimos desde que tembló. No es una zona segura porque está la avenida, pero es lo que recomiendan”, narró Dolores Aguilar García, quien vive en el edificio 351 de dicha zona.

Acompañada de su madre, una persona con capacidades diferentes y de la tercera edad, platica que su única vía de comunicación es el celular, con el cual ya pudo comunicarse con la mayoría de su familia para saber que están bien. Sin embargo, comenta que no han recibido apoyo por parte de protección civil o de las autoridades para que puedan volver a tener servicios básicos como la luz, el agua y el gas.

“No tenemos luz ni agua porque no funciona la bomba y el gas está cerrado. Nos salimos para que no nos toquen las réplicas o por si hay una fuga de gas (…) nadie se ha presentado, ni protección civil ni el gobierno. No hemos tenido un apoyo de nada”, dijo después de cuatro horas de que sucedió el sismo.

Recuerda que desde 1985 se le avisó a protección civil de las afectaciones que ha tenido el edificio de mosaicos rojos y amarillos, los cuales se desprenden uno a uno de la pared.

“Vino un ingeniero, lo revisó y dijo que la estructura estaba bien, nos dio el papel donde nos decía que el edificio no tenía daños estructurales, pero no sé qué tan cierto sea porque vemos muchas cuarteaduras en el edificio y los mosaicos se caen”.

Dolores Aguilar, quien no suelta su celular en ningún instante, critica la indiferencia de las autoridades al no ofrecer una infraestructura adecuada a las personas de la tercera edad. “Hay muchas personas con diferentes capacidades y que no pueden salir, y se quedan dentro de sus casas”.

“Nos pegaba el edificio de a lado”

Más adelante, en la calle de Galicia en la Colonia Álamos, el edificio 245 sufrió severas afectaciones. Guadalupe Carrasco dueña del departamento 401 donde vive su hija Tatiana y sus dos hijos, explica que desde hace varios años habían llamado a protección civil para alertar de que el edificio de alado se estaba recargando sobre el suyo que tienen menos de 20 años.

“Sentí muy feo. El departamento empezó a vibrar y como el edificio que tenemos a lado es muy grande y está inclinado hacia el de nosotros, nos pegada; entonces, aparte del sismo, recibimos el golpe del edificio de alado”, detalla Tatiana de 37 años.

Agrega que por el golpe del edificio de alado se cayó el tanque de gas, por lo que tuvieron que evacuar de manera inmediata por miedo a que reventara en cualquier instante.

“En el temblor del 7 de setiembre provocó que el edificio de alado se inclinara por completo y se llamó a protección Civil, se supone que iban a venir el viernes o sábado, pero nunca vinieron y pues ahorita ya terminó por destruir nuestro edificio”.

Tatiana, quien se sienta sobre la baqueta cuidando los tres bultos de ropa que envuelve con sabanas color beige, expresa que “en el momento del sismo me salí con mi hija y mis tres perros. En cuanto paró, me fui a buscar a mi otro hijo que estaba en la escuela, tenía miedo de que alguien prendiera un cigarro y explotara el tanque de gas”.

En varias casas de la colonia Álamos, varios vecinos se han solidarizado con las personas que no pueden ingresar a sus hogares al llevarles comida enlatada, agua o bien ofreciéndoles sus propias casas.

Por el eje cuatro, el metrobús no da servicio en las estaciones SCOP, Álamos y Xola. Entre las 13:00 y 18:00 horas, la mayoría de los semáforos no funcionaban, pero el caos vial se evitó con la ayuda de los vecinos (en su mayoría jóvenes) que adoptaron su papel de “viene, viene” y organizaron el tránsito vial.

erp