Dos noticias de la semana pasada, deberían impactar a los ciudadanos del mundo por las implicaciones que tienen para la vida cotidiana. La primera, es el anuncio del desabastecimiento de agua potable en Sao Paulo, la ciudad más importante del Brasil, con 20 millones de habitantes, quienes de seguir la sequía inducida por el calentamiento global, no tendrán acceso al agua sino por dos días a la semana; ya hoy es una ciudad sometida al racionamiento permanente del servicio por la escasez. La segunda, es el anuncio del gobernador de California de decretar el racionamiento del servicio del agua en todo el estado. Es bueno señalar a los lectores que –desde el punto de vista económico–, este estado es el más importante de los EE.UU., e individualmente, es considerada la octava economía del mundo. Pero no importando su riqueza, por el manejo irracional de sus recursos hídricos, tiene problemas de abastecimiento en el 98% del territorio.